La noche electoral se convirtió en una auténtica montaña rusa de emociones en la sede de Ciudadanos. De la ilusión se pasó al desengaño y luego, de nuevo, las sonrisas volvieron a dejarse ver por la calle Arcipreste González García.

Las buenas expectativas imperaban en los primeros compases de la velada, con el escrutinio todavía a cero. Así lo expresaba, antes de que se conocieran los datos, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, María Martín: "Estamos deseando saber algo más y sacar unos buenos resultados, salimos a ganar y es lo que deseamos".

Cuando se empezó a desvelar el resultado del recuento, la preocupación fue in crescendo. Las auténticas aspiraciones del partido capitaneado en Huelva por Néstor Santos era obtener entre cuatro y cinco ediles y situarse como segunda fuerza, adelantando por la derecha al PP, pero todo apuntaba a que las pretensiones iban a quedar en agua de borrajas.

El diputado nacional de Ciudadanos por Huelva, Carlos Hermoso, departía en la puerta con el alcaldable, Néstor Santos. De aquella alegría inicial poco quedaba sobre las 22:15. Las caras se iban descomponiendo poco a poco, como los relojes dalinianos de La persistencia de la memoria. Los ánimos iban decayendo, aunque los más optimistas trataban de arengar a sus compañeros. "Queda mucho, no todo está perdido".

La sede se mantuvo vacía durante prácticamente toda la velada, con apoderados y aspirantes a concejal buscando algo de aire fresco que aplacara el sofocón de la noche, casi veraniega.

Al 75% escrutado, Ciudadanos era cuarta fuerza, muy lejos de su anhelo de convertirse en el segundo partido político con mayor presencia en el pleno del Consistorio capitalino. Tampoco conseguía a esas horas ganarle la partida al PP de Pilar Marín, su adversario más directo en el campo de batalla del centro derecha.

Se acercaban las once de la noche y algunos tomaban asiento en los pasillos. Comentar la jugada, buscar los errores, se convirtió en la tónica de aquel lapso. "Esto no coincide con lo que se escuchaba en la calle", reparaban otros, incrédulos.

Sin embargo, el escrutinio es caprichoso y tenía preparado un mejor destino para Ciudadanos. Con el 96,32% escrutado, sobre las 23:26, Néstor Santos miraba, apoyado sobre un coche, los datos en el teléfono y exclamaba: "¡Anda, ahora estamos como tercera fuerza y le hemos quitado el concejal que daba al PSOE la mayoría absoluta!".

En paralelo, la gente que se arremolinaba en la puerta de la sede estallaba en un sonoro aplauso. "Ahora Gabi va a tener que negociar", celebraba el candidato. Su gozo en un pozo. En el último suspiro del escrutinio el socialista arrebataba un concejal a los populares y volvía a tener la mayoría absoluta en las manos.

No obstante, lo que parecía la noche más oscura para Cs acabó siendo un poco más luminosa en este juego de tronos municipal. Tres concejales ha obtenido la formación naranja, que logró atesorar 5.570 sufragios, el 9,69% de los contabilizados. Serán ediles, además de Santos, Guillermo García Longoria y Noelia Álvarez.

Hasta la 1:12 no intervino el candidato. Néstor Santos tildó los resultados de "muy positivos: estamos en un partido nuevo y limpio, vamos creciendo, que es lo importante; mi equipo tiene una base muy sólida y tenemos una posibilidad de crecimiento muy importante". Por este motivo "haremos una oposición muy firme, coherente y honrada, como somos nosotros".

El diputado nacional Carlos Hermoso agradeció el esfuerzo de todos los compañeros y consideró "una representación muy importante" los tres concejales de la capital. "Tenemos cuatro años para seguir trabajando a largo plazo, tenemos un gran equipo", sentenció.

De la provincia destacó que "hemos pasado de tener ocho a 49 concejales", de 6.700 sufragios a 12.000 y de gobernar en un único ayuntamiento, el de Cumbres de San Bartolomé, "a tener dos más, Galaroza y Rosal de la Frontera". Esto a su juicio demuestra que "Ciudadanos crece cada vez que se abren las urnas".