Decían anoche en Adelante Huelva que el análisis político de estas elecciones en la capital requiere de un estudio detallado de los resultados. No necesitaron tanto para valorar la mayoría absoluta socialista en el Ayuntamiento, contraria a un escenario ideal para la formación izquierdista, que teme el efecto de “un rodillo” que anule el papel de la oposición.

“Esperemos que esa mayoría absoluta no sea un rodillo y eche por tierra las propuestas del resto de grupos”, apuntaba Mónica Rossi antes de que se produjera ese baile de concejal que hasta los últimos cientos de votos del recuento mantuvo la incógnita sobre el gobierno municipal.

Ese otro escenario alternativo, el de una mayoría simple de la lista de Gabriel Cruz, se aceptaba de mucho mejor grado. No por la posibilidad de pactos entre ambas formaciones sino por mantener en el Pleno la fórmula del “consenso”, como hasta ahora, y “esa otra manera de plantear cuestiones a otras formaciones”.

Adelante Huelva afronta ahora, en cualquier caso, un periodo en el que tendrá menos representación. Sólo Mónica Rossi y Jesús Amador logran una silla en el Ayuntamiento de Huelva. En el camino de esta cita electoral de 2019 se quedan dos ediles de la suma que hacían Izquierda Unida y Participa Huelva antes de la confluencia con que han concurrido en esta ocasión.

A ella apuntaba anoche el discurso principal de los dos representantes municipales, a “la existencia de la confluencia, más allá de esa suma”. “Nuestra primera valoración –dijo Amador sobre las sensaciones antes del fin del escrutinio– es de alegría, de éxito, porque esta confluencia es una única fuerza que va a luchar por este programa”.

Hay confluencia para rato, era el mensaje. “Sigue adelante y viene para quedarse”, repetía Mónica Rossi, como una manera de dejar claro que la experiencia ha sido positiva, al margen de los resultados; que la unidad lograda entre las dos marcas hermanas de Izquierda Unida y Podemos es valorada como fortaleza ganada a partir de ahora, en la capital y el resto de la provincia.

Esa sede de la plaza Noria del Palmarate estuvo tranquila en la entrada de la noche. La animación llegó con ese tercer acta de concejal que estuvo en manos de María Eugenia Gadea, número 3, durante una hora, mientras la beneficiaria pedía calma a los compañeros. “Queda mucho”, decía.

Y el camino se hizo largo. Después de llevar casi toda la noche como tercera fuerza en el Ayuntamiento, Ciudadanos adelantó en el recuento a Adelante Huelva y acabó ganando ese tercer edil que antes fue izquierdista.

Un 9,3% de los votos

Los resultados al cien por cien la dejan con 5.350 votos, el 9,3% del total. Los lamentos llegaban, unas elecciones más, por la injusticia del sistema basado en la Ley D’Hont, que otorga los mismos dos ediles a Vox con 1.500 votos menos, igual que Mesa de la Ría, con 4.471 sufragios. Aún así, la nueva formación, Adelante Huelva, es la cuarta en el Ayuntamiento capitalino, sólo 220 votos por debajo de Ciudadanos, a quienes esa diferencia le ha valido una silla más en el Pleno.

“Siempre es positivo ser la tercera o la cuarta formación en número de votos”, reconocía Mónica Rossi, que agradeció sinceramente “la confianza que tanta gente ha depositado en nosotros”. “No les vamos a fallar porque vamos a estar ahí defendiendo este modelo de ciudad que hemos llevado a nuestro programa”.

Hubo también lamentos por la baja participación, por el gran reparto de votos entre nueve partidos, pero queda mucho que analizar, aseguran, estos días.