El sector hotelero de Huelva se agarra a la demanda de última hora para salvar un verano con previsiones a la baja

El sector hotelero de Huelva anticipa una ocupación global en la provincia que oscilará entre el 75,99% en junio y el 79,95% en julio, con un 75,54% estimado para agosto y un descenso más acusado en septiembre, donde la previsión cae hasta el 57,04%. Así se desprende de la encuesta realizada por la Asociación Provincial de Hoteles de Huelva (Aphh), integrada en el Círculo Empresarial de Turismo (CETH), sobre las expectativas para la campaña estival de 2025.

Según indica la asociación en una nota, estos datos iniciales suponen, respecto al mismo periodo del año pasado, un descenso del 2,6% para junio, del 5,36% para julio y del 6,61% para agosto. En el caso de septiembre, el retroceso alcanzaría el 25% en comparación con el cierre de 2024.

La Aphh subraya que los datos “inicialmente pueden parecer negativos”, pero recuerda que estarán “marcados por la evolución de la demanda de última hora como viene siendo habitual en los últimos años post pandemia”. La asociación destaca que el comportamiento del cliente en los meses de agosto y septiembre, “que con mayor proyección en el tiempo son más difíciles de prever”, puede alterar significativamente las previsiones actuales.

La encuesta interna realizada entre los asociados revela que para el 56,7% de los encuestados la evolución de las reservas será “similar o igual a la de 2024”, mientras que el 30% cree que serán mejores y el 13,3% peores que los datos definitivos del año anterior. Asimismo, la Aphh informa de que “la tendencia que mantienen los ‘pick ups’ por el momento es positiva, lo que marca una tendencia muy similar de cara a los resultados finales de cierre en estos momentos en comparación con el año 2024”.

En paralelo, el sector destaca el “gran trabajo que desarrolla el conjunto de las empresas” y su “compromiso con el destino”, al tiempo que denuncia las dificultades a las que se enfrentan “día tras día”, entre ellas “las derivadas de la nefasta conectividad del destino, tanto externa como interna”. La asociación asegura que “las deficiencias que mantienen y empeoran día tras día, no hacen más que abrir la brecha existente desde hace décadas con respecto a otros destinos competidores”.

En este sentido, critica que “ya no solo es que no se mejora, sino que se va hacia atrás en este asunto”, añadiendo que “es como jugar una liga donde los adversarios juegan en campos de césped de primera división, mientras que el sector hotelero de Huelva lo hace en un campo de tierra habitualmente enfangado”. “Por mucho que el sector trabaje y se esfuerce, antes o después podría dejar de ser competitivo”, advierten. La asociación concluye que “de que las administraciones tomen nota y aporten soluciones a corto, medio y largo plazo dependerá la evolución de la demanda de cara a los próximos años”.

Datos por zonas

La Costa Oriental de la provincia presenta los mejores registros previstos, con una ocupación del 86,6% en junio, del 88,29% en julio, del 78,45% en agosto y del 81,45% en septiembre.

Huelva capital alcanza un 75,78% en junio, 75,97% en julio, 80,38% en agosto y 76,71% en septiembre.

En Punta Umbría y Cartaya, los datos son del 73,42% en junio, 83,88% en julio, 79,50% en agosto y 55,58% en septiembre.

La franja Islantilla–Lepe–Isla Cristina registra un 79,07% en junio, 82,44% en julio, 80,08% en agosto y 65,10% en septiembre.

Ayamonte se sitúa en el 62,98% en junio, 72,54% en julio, 78,65% en agosto y 62,25% en septiembre.

En la zona de interior, los registros son del 51,80% en junio, 82,63% en julio, 81,78% en agosto y 67,04% en septiembre, llegando incluso a superar en algunos meses a destinos de costa.

Optimismo en Aloja Huelva

Por su parte, la Asociación Aloja Huelva, integrada en la Federación Onubense de Empresarios, afronta con esperanza la campaña de verano de 2025, confiando en poder igualar los datos de ocupación hotelera registrados en 2024, pese a los desafíos que amenazan la rentabilidad del sector.

Según los datos recabados por la organización entre sus asociados, el pasado verano la provincia alcanzó cifras destacables, con ocupaciones del 83% en junio y 84% tanto en julio como en agosto en la capital, mientras que septiembre cerró con un 80%.

En la costa oriental, se llegó al 85% en julio y al 95% en agosto, aunque septiembre descendió hasta el 60%.

Por su parte, la costa occidental también mostró buenos resultados, con un 80% en junio y picos del 85% en julio y del 95% en agosto.

El comportamiento en el interior de la provincia fue más irregular. En la comarca serrana, junio apenas alcanzó una media del 35% debido a unas condiciones climatológicas inusualmente frías. Julio presentó contrastes entre quincenas, con un 45% en la primera mitad y algo más del 50% en la segunda. Agosto logró rozar el 80%, aunque no todos los alojamientos llegaron a esa cifra. En el caso del Ándévalo, un destino aún incipiente en materia turística, los datos continúan muy por debajo de la media provincial.

A pesar de que las cifras de 2024 ya supusieron un descenso respecto a 2023, desde Aloja Huelva se muestran optimistas. “Confiamos en que el buen hacer de las empresas de hoteles y alojamientos permita mantener los datos y evitar una nueva caída”, afirma el presidente de la Asociación, Diego Pérez.

La estancia media prevista para este verano se sitúa entre 3 y 4 noches, con picos de hasta 5 o 7 en algunos casos, lo que da margen para alcanzar una ocupación sostenida a lo largo de los meses estivales. Además, el sector espera que las condiciones meteorológicas acompañen y se pueda prolongar la temporada, a diferencia del verano anterior.

No obstante, desde Aloja Huelva se advierte de que la rentabilidad de los negocios turísticos puede verse mermada. “Es imposible repercutir al cliente el fuerte incremento de los costes laborales y de otros tipos que estamos soportando en el sector, y eso afectará inevitablemente a los márgenes de beneficio”, lamenta Diego Pérez.

A ello se suma la persistente debilidad del destino onubense en materia de comunicaciones. “Nuestros clientes valoran muy positivamente la calidad de los establecimientos, pero se quejan de las dificultades para llegar hasta aquí. Las deficiencias en la red ferroviaria y las malas conexiones por carretera nos penalizan como destino”, denuncia Pérez, en consonancia con lo afirmado por la Aphh. “Unas buenas infraestructuras no solo atraerían a más visitantes, sino que también permitirían incrementar la rentabilidad de las empresas, es evidente”, concluye.