Las patronales bancarias recurren el nuevo impuesto a la banca
Subrayan las graves consecuencias que tendrá el nuevo gravamen para la financiación y la inversión, así como para la economía en general
Más del 70% de los andaluces rechazan la opa de BBVA, según una encuesta encargada por el Sabadell

Madrid/Las patronales mayoritarias bancarias han emprendido acciones legales contra el nuevo impuesto al sector, cuya orden ministerial se publicó el pasado viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En concreto, las patronales AEB y CECA han anunciado que han interpuesto recurso contencioso-administrativo contra la orden que aprueba los modelos de autoliquidación y pago fraccionado del nuevo impuesto a la banca.
En un comunicado, recuerdan que el sector ya expresó su rechazo al impuesto en noviembre, cuando la nueva figura impositiva se incorporó al sistema tributario para dar continuidad al gravamen extraordinario sobre la banca creado en 2022 y que se aplicó por dos años.
Las patronales bancarias consideran que el impuesto tendrá graves consecuencias en la financiación de familias y empresas, y un impacto negativo para la inversión, perjudicando al conjunto de la economía.
AEB y CECA afirman que la banca española es la única gravada por un impuesto de este tipo en Europa, lo que supone una merma competitiva respecto al resto de entidades bancarias europeas.
También subrayan que el Banco Central Europeo (BCE) se pronunció en diciembre de 2024 en contra del nuevo impuesto y advirtió de sus efectos adversos, como "limitar la capacidad de las entidades de conceder crédito y contribuir potencialmente a unas condiciones menos favorables para los clientes de los préstamos y otros servicios", además de poder tener "consecuencias imprevistas para la solvencia y la competitividad de las entidades de crédito".
Indican que, además, el Banco de España, en el Informe de Estabilidad Financiera de Primavera, ha apuntado los efectos negativos sobre el crédito y la capacidad de los bancos de hacer frente a perturbaciones por este impuesto, del que también dice que "puede dar lugar a la fragmentación del sistema financiero europeo".
Además, señalan que el Fondo Monetario Internacional (FMI), en un reciente informe publicado en abril, ha solicitado al Gobierno de España "discontinuar" este impuesto.
Aunque las entidades financieras no han contabilizado el impuesto correspondiente al ejercicio 2024, sí han consignado el de 2025 (que se pagará en 2026) por un total de 356 millones de euros (aunque el impuesto se paga en dos veces, se contabiliza cada trimestre): 148 millones Caixabank; 87 millones Santander; 85 millones BBVA; 31 millones Sabadell; y 5 millones Unicaja.
Por su parte, Bankinter no pagará nada por aplicarse la deducción existente por la cantidad pagada en el Impuesto de Sociedades.
Según los datos del Ministerio de Hacienda, el gravamen extraordinario (antecesor del nuevo impuesto) recaudó 1.787 millones de euros en 2024, aunque no pueden compararse los datos, ya que éste afectaba a conceptos distintos.
En el caso del nuevo impuesto, que estará en vigor durante tres años, grava el margen de intereses y comisiones con tipos progresivos que van del 1% al 7%.
Las entidades pueden deducirse el 25% de la cuota líquida del Impuesto de Sociedades correspondiente al periodo impositivo y también pueden acceder a una deducción extraordinaria si la rentabilidad de la entidad baja de un determinado umbral.
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