La Junta autoriza la ampliación del proyecto minero de Riotinto al yacimiento de San Dionisio
El nuevo frente de explotación a cielo abierto ocupará 80 hectáreas, durará nueve años y tendrá un presupuesto para el primer año de operaciones de 39,6 millones

Huelva/La minería onubense vuelve a ensanchar sus límites. La Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía en Huelva ha autorizado la modificación sustancial de la Autorización Ambiental Unificada (AAU) del Proyecto Minero Riotinto (PRT), gestionado por Atalaya Mining a través de su filial en España, lo que permitirá a la empresa operadora ampliar su actual explotación al yacimiento de San Dionisio, ubicado en el término municipal de Minas de Riotinto. La medida, adelantada por la Cadena SER, representa un paso clave para la continuidad del proyecto minero más emblemático de la Faja Pirítica Ibérica.
La nueva corta a cielo abierto proyectada ocupará una superficie de 80,6 hectáreas y tendrá una duración estimada de nueve años. Según se recoge en la resolución emitida por la Junta el pasado 13 de mayo, la ampliación conllevará el movimiento de un total de 116,9 millones de toneladas de material, de los cuales 13,14 millones serán de mineral aprovechable con una ley media del 1,01% de cobre. El resto —unos 103,8 millones de toneladas— corresponderán a estériles, lo que eleva la ratio de estéril por tonelada de mineral a 7,5, una proporción significativa que da cuenta de la envergadura de la operación. El presupuesto para el primer año de operaciones asciende a 36,9 millones de euros.
Los terrenos afectados por esta ampliación se encuentran dentro del perímetro definido por la actualización del Proyecto de Explotación del PRT, aunque hasta ahora estaban expresamente excluidos de la AAU vigente. Con esta nueva autorización, el yacimiento de San Dionisio —ya explotado en el pasado tanto por minería de interior como a cielo abierto— queda oficialmente incorporado al plan de explotación en vigor. Se trata de un área ubicada al oeste de la corta de Cerro Colorado y en el sector este de la célebre Corta Atalaya, lo que añade carga simbólica y operativa al nuevo frente extractivo.
El método de explotación previsto será el mismo que se aplica en Cerro Colorado: minería a cielo abierto, utilizando las instalaciones e infraestructuras ya existentes. Según la documentación técnica, el mineral extraído de San Dionisio presenta una composición metalúrgica similar al que actualmente se procesa, lo que permite mantener el ritmo de tratamiento anual en 15 millones de toneladas sin necesidad de modificar la planta.
El ritmo objetivo de explotación se ha fijado en dos millones de toneladas anuales, lo que equivale a unas 170.000 toneladas de mineral al mes. La empresa prevé aprovechar la capacidad instalada actual para asumir esta carga de trabajo sin inversiones adicionales en maquinaria o instalaciones de procesamiento.
En cuanto a los residuos, los estériles generados por la nueva corta se integrarán en la escombrera activa del proyecto, en conjunción con los materiales procedentes de Cerro Colorado. Parte de estos estériles también se emplearán para el recrecido de los diques del depósito de residuos y para la restauración paisajística de escombreras no operadas asociadas a la histórica Corta Atalaya.
Uno de los aspectos técnicos clave del proyecto es el desaguado de la propia Corta Atalaya, inundada desde hace años y situada en las inmediaciones del nuevo yacimiento. La empresa plantea un sistema de drenaje por bombeo variable, cuya finalidad será reducir el nivel freático y garantizar una lámina de agua al menos 20 metros por debajo de la cota de excavación. Esta operación hidráulica se llevará a cabo de manera paralela al desarrollo extractivo, para evitar interferencias y asegurar la estabilidad de los taludes.
San Dionisio no es un territorio nuevo en el mapa minero de Riotinto. Su primera explotación a cielo abierto se remonta a 1907, con el objetivo de extraer pirita como mena de azufre, en línea con el modelo productivo de la época. Desde entonces, ha sido explotado en varias etapas y por distintos métodos, dejando una huella geológica y patrimonial que conecta directamente con la historia minera milenaria del enclave. Se estima que en esta zona de la Cuenca Minera onubense se han desarrollado actividades mineras de cobre, oro y plata durante más de 5.000 años.
Con esta nueva autorización, la Junta de Andalucía respalda una operación que permitirá prolongar la vida útil del Proyecto Riotinto, una de las principales explotaciones mineras metálicas activas de Europa. En este sentido, Lucía Núñez, delegada territorial de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía en Huelva, ha destacado en declaraciones a la SER que “este proyecto no solo revitaliza la actividad minera en la zona, sino que también garantiza la creación de empleo y el desarrollo económico sostenible en la provincia”.
La resolución administrativa subraya que no se incrementará la capacidad de tratamiento anual de mineral, ni se construirán nuevas plantas, lo que reduce el impacto adicional sobre el entorno inmediato. La Junta considera, de este modo, que la ampliación entra dentro de los márgenes asumibles del proyecto ya autorizado, aunque haya requerido una modificación sustancial por la inclusión de una nueva área que hasta ahora quedaba fuera del plan minero.
El respaldo institucional refuerza el papel de la minería metálica en el actual modelo económico andaluz, en un contexto de fuerte demanda internacional de metales estratégicos como el cobre, clave para las cadenas industriales de transición energética y digitalización.
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