Iberoamérica y Europa estrechan lazos para fortalecer sus tejidos empresariales
El VIII Congreso Iberoamericano Ceapi reúne en Sevilla a 500 líderes en torno a una visión compartida de crecimiento, cultura y cooperación
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Sevilla/En un mundo cada vez más multipolar, Europa e Iberoamérica deben no solo acercarse, sino caminar juntas. Este fue uno de los mensajes clave de la presentación oficial del VIII Congreso Iberoamericano, que se celebra en Sevilla hasta el próximo miércoles 4 de junio. La ciudad acoge a más de 500 líderes empresariales de ambos lados del Atlántico, en un encuentro organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi).
La rueda de prensa inaugural contó con la participación de Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol y miembro del consejo asesor andaluz de Ceapi; Núria Vilanova, presidenta de Ceapi; y Manuel Contreras, presidente del Grupo AZVI y también miembro del consejo asesor. Además, asistió como invitada especial la política peruana Keiko Fujimori, líder del partido Fuerza Popular.
Pulido destacó el papel de Andalucía como símbolo histórico de las relaciones entre América y Europa, subrayando que “es un honor que Sevilla albergue esta cita”, al tiempo que agradeció a Ceapi su apuesta por esta tierra. “La sede de la Fundación Cajasol siempre fomentará encuentros como este que buscan el beneficio socioeconómico de nuestros territorios”, señaló. También felicitó a Núria Vilanova por “el extraordinario trabajo que ha realizado al frente de Ceapi y en favor del mundo empresarial iberoamericano”.
Por su parte, Vilanova calificó a Andalucía como “una maravilla, generosa y agradecida”, y consideró un privilegio celebrar aquí la octava edición del Congreso. Reivindicó la dimensión humana de los negocios: “Desde el principio hemos creído que las relaciones empresariales se construyen mejor de persona a persona. De ahí que surgiera este tipo de encuentros”.
Desde el plano empresarial, Manuel Contreras subrayó el éxito de las mesas sectoriales celebradas en la jornada inicial. “Este es el Congreso más numeroso de la historia del Ceapi. Este es el camino: la colaboración”, afirmó.
Por otro lado, Keiko Fujimori reconoció el papel articulador de Vilanova: “Tiene la capacidad de generar espacios de diálogo entre políticos y empresarios, algo que no siempre es sencillo”. Reivindicó a Perú como un país abierto a la inversión extranjera, donde, aseguró, “los inversores son tratados igual que los ciudadanos peruanos”.
Con el foco puesto en el futuro, el Congreso continuará con un programa de ponencias, encuentros y debates sobre las oportunidades y retos que comparten Europa y América Latina. Porque "creer, crear y crecer en Iberoamérica es, hoy más que nunca, una apuesta estratégica compartida", señalaron desde la organización.
Una ruta marcada
Durante la presentación, se desgranó el manifiesto presentado por Ceapi, titulado Más Iberoamérica, una estrategia global en un mundo multipolar, que recoge diez claves fundamentales para fortalecer la conexión entre América Latina y Europa, promoviendo un modelo de desarrollo conjunto que vaya más allá del intercambio comercial. El documento, que servirá de base para la próxima Cumbre Celac-UE en noviembre, parte de una idea común: el futuro debe construirse desde la cooperación, la equidad y la visión compartida.
Una de las propuestas centrales es superar el modelo de las empresas “multi-latinas” para avanzar hacia una integración real a través de empresas multi-iberoamericanas, que incluyan a España y Portugal como socios activos en la expansión regional. Esta transformación permitiría no solo mejorar las sinergias entre países, sino también dar el salto desde lo regional a lo global, aprovechando la posición estratégica de España como puente con Asia, Oriente Medio y África.
El manifiesto también insiste en que ha llegado el momento de que Iberoamérica deje de ocupar un papel marginal en las prioridades de la Unión Europea. Frente a los desequilibrios globales actuales, el bloque latinoamericano representa una reserva de oportunidades estratégicas: por sus recursos, por su juventud, por su potencial económico y, sobre todo, por una afinidad cultural que permite construir alianzas sobre bases sólidas.
En esa línea, se defiende la necesidad de diseñar una gestión migratoria común entre regiones que comparten valores y herencias culturales, en lugar de políticas aisladas que no reflejan la realidad de los flujos humanos actuales. El objetivo sería establecer mecanismos de movilidad ordenada y respetuosa, que respondan tanto a las demandas laborales como a los lazos históricos que unen ambos continentes.
Otro de los ejes fundamentales del documento es la transición desde modelos basados en inversiones extractivas hacia proyectos conjuntos, colaborativos y sostenibles. Se trata de fomentar un nuevo enfoque de las inversiones internacionales, en el que las empresas se conviertan en aliadas del desarrollo local, y no solo en agentes externos de beneficio unidireccional. Este planteamiento se complementa con una firme apuesta por un capitalismo consciente, capaz de combinar competitividad con compromiso social, y que asuma como propia la tarea de reducir desigualdades.
En este sentido, el manifiesto identifica la educación, el talento joven y el liderazgo femenino como elementos decisivos para transformar la región. Invertir en conocimiento y romper las barreras que frenan la participación de las mujeres en el ámbito económico no solo es una cuestión de justicia, sino de eficiencia y futuro. Asimismo, se plantea la urgencia de combatir la informalidad laboral, que sigue afectando a millones de personas en América Latina, como paso imprescindible para garantizar empleos dignos, protegidos y con perspectiva de futuro.
Finalmente, se subraya que todo avance económico o social debe ir acompañado de más democracia, transparencia, multilateralismo y seguridad jurídica. La fortaleza de las instituciones y la confianza en el sistema legal son condiciones básicas para atraer inversión, fomentar la innovación y consolidar un crecimiento duradero y justo.
Liderazgo femenino
La jornada de este lunes del VIII Congreso Iberoamericano en Sevilla puso el foco en el liderazgo femenino, con un panel que subrayó el papel transformador de las mujeres en la empresa y la necesidad de integrar nuevas formas de ejercer la dirección desde la diversidad, la sensibilidad social y la visión a largo plazo.
El espacio fue presentado por Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, y Núria Vilanova, presidenta de CEAPI, quienes dieron la bienvenida a los paneles dedicados a las mujeres empresarias. Ambos coincidieron en que se vive “un cambio de tendencia claro”, donde las mujeres ocupan cada vez más posiciones clave en la toma de decisiones y en el liderazgo de grandes proyectos. “Los cánones están cambiando”, señalaron, “y se imponen maneras distintas de ejercer la labor empresarial, con la libertad suficiente para decidir desde la propia identidad”.

En este marco se celebró el coloquio “Mujer, empresa y liderazgo: Estrategas del cambio”, moderado por Jean Pierre Antelo, presidente de Cainco (Bolivia), y con la intervención principal de Concha Yoldi, presidenta de Persán y referente del empresariado andaluz con fuerte vocación social.
Yoldi compartió una trayectoria marcada por decisiones valientes, visión estratégica y compromiso ético. Recordó que en Persán, hace más de 40 años, ya se pagaban los estudios a los empleados. “La educación y la formación para nosotros no es una moda. Es algo en lo que siempre hemos creído, y que llevamos décadas practicando”, afirmó. Esta convicción se tradujo en 2006 en la creación de la Fundación Persán, impulsada junto a su marido, José Moya, con un marcado carácter social.
“Desde el principio, nuestro objetivo fue ayudar a quienes más lo necesitan. Forma parte de nuestro ADN”, señaló Yoldi. La integración laboral de personas en situación vulnerable, el apoyo al emprendimiento juvenil, las becas a estudiantes e investigadores y la promoción del esfuerzo y el mérito como valores sociales son algunas de las líneas de acción de la Fundación. “Tener una visión empresarial nos ha ayudado también en lo social, pero en lugar de analizar rentabilidades económicas, analizamos rentabilidades sociales. Si vemos que una acción no tendrá el impacto suficiente, la descartamos”, explicó.
Durante su intervención, repasó también momentos difíciles, como la profunda crisis que vivió Persán en los años 90, tras el fallecimiento de los tres fundadores. Concha Yoldi y su marido tuvieron que avalar personalmente las nóminas de 1994 y liderar una reorganización que incluyó la entrada de capital riesgo. “Tuvimos que tomar decisiones complejas, pero bien planificadas”, reconoció, en alusión al carácter resiliente que marcó la transformación de la empresa.
Sobre el papel de la mujer en el entorno empresarial, Yoldi defendió que “asimilar que hay maneras diferentes de sentir las cosas es clave. Las mujeres lo hacen de forma distinta, no peor. Pero también actúa de forma distinta un sudamericano y un europeo: son maneras diversas de ver la realidad”. Esta visión integradora y diversa refuerza, en su opinión, la capacidad de adaptación de las empresas al contexto actual.
De cara al futuro, señaló dos prioridades en la agenda empresarial pendiente: implementar la inteligencia artificial como parte inseparable de la transformación digital y reforzar la formación continua como herramienta de pensamiento crítico y ampliación de conocimiento. En este camino, ve en Latinoamérica una gran oportunidad. “Estoy convencida de que el futuro de Persán y de muchas empresas andaluzas y españolas pasa por Sudamérica”, concluyó.
La sesión puso de manifiesto que el liderazgo femenino no solo amplía las perspectivas en la gestión empresarial, sino que introduce nuevas formas de medir el éxito, donde el impacto social, la empatía y el compromiso con el entorno son tan relevantes como los resultados económicos.
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