La parte socialista del Gobierno apuesta por una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que no sea igual que la inflación, sino algo más moderada para no lastrar el empleo, toda vez que este mes el Ministerio de Trabajo trasladará a los agentes sociales su propuesta.

El entorno de la parte socialista del Ejecutivo señala a EFE que una subida del SMI según la media de la inflación, que estaría alrededor del 8%, sería contraproducente y podría destruir empleo y recordaron que la inflación se situó en noviembre en el 6,8%.

El Gobierno tiene pendiente aprobar en un Consejo de Ministros el nuevo alza del salario mínimo para 2023, que superará los actuales 1.000 euros y que fuentes sindicales inciden en que debe llegar al 60% del salario medio nacional, tal y como señala la Carta Social Europea.

De momento, en los próximos días tendrá que conocerse el informe encargado a la comisión asesora que analiza el impacto que la revalorización del salario mínimo ha tenido sobre la pobreza y la desigualdad en España y que ya en 2021 planteó como subida más alta los 1.049 euros para 2023.

El Ministerio de Trabajo se ha comprometido a reunir a los agentes sociales en diciembre para trasladarles su propuesta, que insiste en que tendrá en cuenta el impacto de la inflación.