Ayamonte es una ciudad situada en el ángulo suroccidental de Andalucía y, más concretamente, en la provincia de Huelva.
Asentada de forma alargada y caprichosa junto al Guadiana y su desembocadura, mantiene una situación privilegiada al ser ciudad fronteriza con Portugal. Perderse en sus calles de casas encaladas es encontrar rincones llenos de encantos.
Frontera y punto de encuentro, quien llega a Ayamonte queda atrapado en su luz de tonos que oscilan entre el blanco y oro. Hay, además, kilómetros de playa para recibir la luz, los paisajes donde ir a buscarla y encuentros casuales por sus calles.
Su dieta mediterránea adatada al Atlántico es única. Con platos fríos y clientes, pescados, mariscos, frutas, hortalizas y dulces, la gastronomía de Ayamonte acoge todo lo mejor de la provincia.
En Ayamonte se contemplan todas las posibilidades culinarias, dicho de otra forma: se salen del plato. Sus productos frescos y cuidados hacen de este lugar un sitio al que volver.
Cuando conozcas las playas de Ayamonte nunca te parecerá demasiado 365 días de sol, y es que, ¿qué más podemos pedir?
La realidad es que Ayamonte es el último lugar del sur en el que se pone el sol. Curioso, ¿no? Y es que el sol está presente en cada una de las jornada mientras da color a los días, a las calles, al mar, a los atardeceres y a la piel de quienes nos visitan.
Sus playas son vía de comunicación, lugar de ocio con siete kilómetros de arena fina y extensa a los pies de que lo desee. Además, estas playas ofrecen, especialmente en invierno, una paz y tranquilidad única, por lo que son ideales apara el descanso incluso cuando el verano se ha despedido.
Es pasión. Cada generación vive desde muy dentro las dos grandes pasiones de esta ciudad, la Tradición y la Cultura.
Son las identidades de un pueblo que siente que se expresa desde el respeto, la tradición o la alegría. Ayamonte es un misterio, una pasión, un sentir tan profundo como su historia. Y existen muchas formas de manifestarlo.
Son las identidades de un pueblo que se muestra y se expresa, y otras que se guardan para ser descubiertas.
Ayamonte solo vive en Ayamonte
En Ayamonte, la tradición se vive desde muy adentro. Es sabiduría popular, es gente. Está en cada calle, en cada casa, en cada generación, por eso atrae a los que nos visitan. Y es que así se vive en Ayamonte.
Es marinera, es vía de salida y de entrada. Aquí, el Atlántico y el Guadiana se encuentran para unir sus aguas. Río y mar. Dulce y salado; como el carácter de nuestra gente.
El mar también está presente en la tierra firme, en sus costumbres, sus tradiciones, su cocina y su forma de entender el mundo.
¿Mente o cuerpo? Eso lo decides tú. Poco hay que separe el mar de la cuidada, o la naturaleza del sol. Si vienes a perderte, encontrarás un paraíso sin pérdida, encontrarás el paraíso de luz.
Las marismas, los senderos, las playas y el río son lugares privilegiados en los que practicar deportes. Además, la localidad posee instalaciones deportivas variadas, modernas y de calidad. Ayamonte es todo un paraíso para el deporte.
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