La Romería más antigua de Huelva, única en Andalucía, se celebra este fin de semana
Recomiendan no perderse la salida de la comitiva y la llegada al Santuario; la procesión y los Bailes en el Real, así como el Cristo en la “Madrugá”, la imposición de bandas al Santo y al nuevo mayordomo
Esta es la única romería de Huelva que no está dedicada a ningún Santo o Virgen

Una de las romerías más singulares y bellas de Huelva, además de la más antigua de la provincia, La Romería de San Benito Abad, declarada de Interés Turístico de Andalucía, comienza este fin de semana en El Cerro de Andévalo.
Hay constancia documental de existencia de la ermita en honor a San Benito Abad desde 1435, aunque la hermandad no se constituye hasta el año 1594. La romería se celebra el primer domingo de mayo. Comienza el sábado a mediodía con una peregrinación de más de “dos leguas” hasta la ermita, donde destacan la belleza de sus trajes tradicionales, el paisaje, y donde los romeros recorren el camino entre cantes, bailes, celebrando la fe en comunidad, y regresando el lunes al atardecer.
Previamente hay otros actos como el Jueves de Lucimiento o de Faltas (primera vez que la mayordomía viste de gala al completo), el viernes de veneración de la Reliquia y posteriormente, el miércoles y jueves de reparto del dulce de membrillo y vino de pasas a toda la población.
Recomiendan no perderse la salida de la comitiva y la llegada al Santuario; la procesión y los Bailes en el Real, así como el Cristo en la “Madrugá”, la imposición de bandas al Santo y al nuevo mayordomo.
Este año, si el tiempo lo permite, se volverá a utilizar el camino viejo de herradura que se utilizó hasta 1970 y cuyo uso está constatado desde, al menos, el siglo XVI.
Devoción
Centrada principalmente en San Benito, patrón de la villa del Cerro desde 1667 y cuya imagen se custodia en la ermita a la que los peregrinos se dirigen en un acto de amor y respeto hacia el Santo, constituyendo los actos religiosos el eje principal de la Hermandad (confesiones, misas, rosarios, procesión). La peregrinación en sí misma es un ejemplo de sacrificio y veneración.
Gatronomía típica
Caldereta de borrego, revoltillos y morcilla de lustre; el Caldo de San Benito y dulces como borrachos, rosas, tortas, piñonates y roscos de puño.
Traje típico
Mayordomo: lleva dos bandas de terciopelo cruzadas sobre el pecho, bordada en hilo de plata la azul y en oro la roja.
Mayordoma y Jamugueras: medias de cuchillas, guardabajo adamascado, moa, camisa blanca, corpiño, monillo de terciopelo, sombrero de plumas, toca de tul bordada, enagua de perfilado. Entre sus joyas destacan: la cruz de chorro, el galápago, los agnus, los rosarios, pulseras de corales, el corazón, el mundo, etc.
Lanzaores: pantalón negro con botones de plata, camisa blanca, chaleco estampado y una banda de tela o raso bordada en rojo o verde.
Historia del municipio
El Cerro de Andévalo tiene sus orígenes en la repoblación del siglo XIII, cuando Fernando III otorgó grandes extensiones de tierra a Sevilla. El primer asentamiento data de 1290 y se conoció como Castillejos; en 1502 se consolida como núcleo poblacional con 220 vecinos. A lo largo del S XVII, la guerra con Portugal afectó a su crecimiento, pero la comunidad se autorreguló mediante acuerdos y normas. En el XVIII, la población amplio su parroquia, creó escuelas y fortaleció su estructura social. En el XIX, El Cerro se convirtió en Partido Judicial y vivió un auge minero, mientras que en el XX modernizó su infraestructura con nuevas instalaciones y promovió actividades culturales, como la escuela Municipal de Música, Museo Etnográfico.
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