El pueblo de Huelva que se llena de campanillas y cantos centenarios cada sábado de octubre
En Aracena, octubre es un mes que suena diferente. Los Campanilleros recorren las calles, enseñando a nuevas generaciones la música y la devoción que hacen vibrar al pueblo. ¡Este sábado es el broche final!
Este pueblo de Huelva celebra una feria con dos siglos de historia donde gastronomía, música, tradición y hospitalidad se dan la mano
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Durante todas las madrugadas de los sábados de octubre, Aracena suena distinto. Las calles se llenan del repique de las campanillas, de guitarras y voces que entonan tonás tradicionales y ancestrales. Es el sonido de una tradición que sigue viva, porque se hereda, se siente y se respeta.
Este fin de semana será el último de la temporada. El cierre perfecto para un mes que, además, coincide con la Feria del Jamón, una de las citas más queridas y concurridas del pueblo. Aracena se convierte así en un escenario donde lo religioso y lo popular se mezclan de una forma única, como solo aquí sabemos hacerlo.
Los Campanilleros Virgen del Rosario recorren las calles con devoción, cantando a la Virgen, al campo y a su gente. Es un canto antiguo que anuncia el Rosario de la aurora y que cada año sigue emocionando a vecinos y visitantes.
Entre ellos está Miguel, de las famosas patatas Perdi, acompañado de su pequeño. Una imagen que lo dice todo: La tradición no se cuenta, se enseña.
Ni el frío ni la lluvia los detienen. Quienes salen lo hacen con respeto y orgullo, porque saben que cada verso lleva dentro la voz de sus mayores y el alma de un pueblo que se reconoce en sus costumbres.
Cuando la última campanilla se apaga, queda ese silencio bonito que solo dejan las cosas auténticas. Aracena sigue latiendo al ritmo de sus tradiciones. Terminan los Campanilleros… y ya asoman los Rehiletes.
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