La primera joya patrimonial de Andalucía se encuentra en este pueblo histórico de Huelva
Entre los santos muros de este emblemático edificio, candidato a Patrimonio Mundial de la Humanidad, comenzó la aventura que cambió el mundo: Es el primer monumento histórico-artístico de Andalucía
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Entre claustros mudéjares y frescos únicos, La Rábida guarda el alma de Huelva y el eco de la mayor aventura de la humanidad. Pocos lugares respiran tanta historia y belleza como este monumento, donde Colón encontró apoyo y el mundo cambió para siempre.
En lo alto de una pequeña colina, se levanta el Monasterio de Santa María de La Rábida, uno de esos lugares históricos en los que el tiempo parece detenerse. No es solo un edificio, ni siquiera solo un monumento: es un símbolo de Huelva, cuna de sueños y escenario donde empezó a escribirse la historia del Descubrimiento de América.
National Geographic ha dedicado un reportaje a la primera joya patrimonial andaluza, que se encuentra postulando desde hace años para ser declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Un monasterio entre la historia, el arte y la fe
Construido entre los siglos XIV y XV bajo un inconfundible estilo gótico-mudéjar, el Monasterio de La Rábida sorprende por su serenidad. Aquí no hay prisa ni aglomeraciones: Es un espacio íntimo, cuidado con mimo, donde todavía residen algunos frailes franciscanos que celebran la misa y velan por el recinto.
Sus paredes hablan de historia y arte. En el patio central descansan los cuadros del pintor palmerino Juan Manuel Núñez, mientras que los frescos de Daniel Vázquez Díaz convierten los muros en pura emoción. En la iglesia, un Crucificado de León Ortega preside el altar, acompañado por la imagen más querida: la Virgen de los Milagros, patrona de Palos de la Frontera, que recibe a los fieles en su capilla y que fue coronada canónicamente por el Papa Juan Pablo II, la única en España.
El claustro mudéjar, del siglo XV, es uno de los tesoros mejor conservados, a pesar del terremoto de Lisboa que obligó a reconstruir parte del monasterio. Desde allí se accede al antiguo Refectorio con su púlpito, o a la Sala de Conferencias, donde la historia y la vida franciscana laten todavía.
La planta superior es otro regalo para los sentidos. Una escalera estrecha conduce a estancias cargadas de espiritualidad, mientras otra, más amplia, abre paso a la Sala Capitular y a una galería repleta de obras. Allí se encuentran también tres pequeñas réplicas de las carabelas y la Sala de Banderas, donde reposan cofres con tierras traídas desde distintos países iberoamericanos.
Visitarlo es viajar en el tiempo
El monasterio abre sus puertas de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas, con un precio de entrada de apenas 4 euros. Un plan perfecto para cualquier momento del año, con materiales adaptados para los más pequeños y rincones capaces de emocionar a quienes buscan cultura, arte o simplemente paz.
Si quieres adquirir más información o conocer los horarios de sus próximas misas, os dejamos el enlace a su página web oficial.
El pueblo de Huelva donde comenzó el Nuevo Mundo
Quien llega a Palos de la Frontera lo reconoce desde la distancia, custodiado por un paseo de palmeras que lo une a la Columna del IV Centenario. A su alrededor, todo forma parte de un itinerario único: el Muelle de las Carabelas, el Parque Botánico José Celestino Mutis y, en la capital, el majestuoso Monumento a Colón.
Juntos componen los llamados Lugares Colombinos, una ruta que cada año atrae a miles de personas dispuestas a revivir aquel viaje que cambió el mundo.
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