Playas de Huelva

En Huelva capital también hay playa: El Espigón, un rincón mágico en plena naturaleza

En Huelva capital también hay playa: El Espigón, un rincón mágico en plena naturaleza

En Huelva capital también hay playa: El Espigón, un rincón mágico en plena naturaleza

Huelva como lugar en el que soñar. Como punto de partida a unos meses de gran disfrute. Como hogar, como espacio en el que vivir y como marco excepcional para cada momento. Con la llegada del periodo estival, la costa onubense se convierte en el gran reclamo de los propios habitantes de la ciudad, pero también de los miles de turistas que eligen sus playas como destino ideal para sus vacaciones. Huelva, ciudad de luz y del descubrimiento es uno de los destinos preferidos por quienes desean descansar, practicar deporte, pasear o disfrutar de unas vistas que se tornan preciosas en cada atardecer.

Más de 120 kilómetros de arena, mar y paraje natural hacen de la provincia onubense un entorno de gran calidad bajo las localidades de Ayamonte, Almonte, Cartaya, Isla Cristina, Lepe, Palos de la Frontera, Moguer y Punta Umbría, todas ellas con playas abanderadas bajo el reconocimiento europeo o la ‘Q’ del Instituto para la Calidad Turística Española.

Además de los pueblos que integran su totalidad, Huelva cuenta con la Punta del Sebo, antigua playa, y con El Espigón. Esta última nació debido a la actividad portuaria a través de la creación del Dique Juan Carlos I que dio como consecuencia un inmenso entorno virgen en el propio Paraje Natural de Marismas del Odiel. En sus dos kilómetros y medio de playa se produce además la mayor discontinuidad que tiene la línea costera de Huelva, ya que debido al dique y a la entrada de los barcos a los muelles o a la Ría, no se puede acceder a Mazagón, Matalascañas o Doñana sin pasar previamente por la capital y sortear dicho espigón y el Paraje Natural de Marismas del Odiel.

Esta situación hace que los propios onubenses y los turistas sean partícipes de un recorrido espectacular por este paraje natural protegido y también por la historia de la Isla Saltés, una pequeña isla fluvial que pertenece a Marismas del Odiel.

A pesar de que el verano es la época más propicia para disfrutar de este entorno, el Espigón es elegido por muchos deportistas a lo largo del año para practicar la pesca y también kite surf o ciclismo. Además, este espacio permite la entrada de mascotas, por lo que es habitual ver a personas paseando a sus perros durante cualquier época del año. Asimismo, en verano este lugar es elegido por numerosos veraneantes que deciden hacer nudismo en un sitio tranquilo y alejado de otras playas más llenas, como pueden ser Punta Umbría o Mazagón.

El hecho de que el Espigón sea la playa más joven de Huelva se percibe también por sus alrededores, ya que este lugar está sin edificar y cuenta con pocos establecimientos que puedan entorpecer el paisaje, aunque existen algunos chiringuitos en los que disfrutar de la gastronomía onubense. Para acceder, el extenso arenal de 2.500 metros tiene habilitadas varias zonas de aparcamiento para vehículos y bicicletas, así como numerosos paseos de madera que se integran en la propia playa y que permiten un acceso fácil.

Con la llegada del verano, esta playa acoge los planes de los más jóvenes y también de los más mayores, además de familias al completo que pasan días enteros sobre su arena. Para los niños y niñas, el Espigón es un lugar tranquilo en el que jugar sin ningún riesgo, mientras que para los deportistas este enclave aumenta las ganas de desarrollar las diferentes modalidades que llevan a cabo o incluso largos baños en sus calmadas aguas. 

Al anochecer, el paseo hasta el faro, construido en 1981, es uno de los momentos más especiales que ofrece este paraíso tan cercano a la ciudad.

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