Dentro de la provincia de Huelva Trigueros destaca como un lugar señalado en el frío mes de enero. Y es que los triguereños viven de manera muy especial las Fiestas en Honor a su Patrón, San Antonio Abad.

Si nunca has tenido la oportunidad de vivirlas, te presentamos cinco planes para que las conozcas a fondo y puedas sentirte un triguereño más en esta villa de la tierra llana de Huelva.

Una de las curiosidades que no puedes perderte es la de presenciar el paseo de los cochinos del Santo por las calles de la localidad. Esta tradición centenaria sigue latente hoy en día, por lo que es frecuente que, desde el 6 de enero hasta el sábado de las Fiestas, puedas toparte con esta estampa tan singular. Los cochinos van por las calles precedidos por el tamborilero que anuncia que se acercan, acompañados de dos operarios municipales que van ofreciendo la venta de papeletas. Esta tradición se relaciona con el hecho de conseguir fondos para sufragar las fiestas.

Otra de las experiencias más significativas es la de ir a coger las candelas al campo, para luego quemarlas en el pueblo la noche del 16 de enero. Se trata de toda una jornada de convivencia con amigos y familiares, con el fin de hacer acopio de los haces de carrasca, romero, lentisco y olivo que, posteriormente, son trasladados hasta el pueblo en diversos medios, como remolques, carros…

La tradición es pasar por la puerta de la Capilla del Santo para dejarle una parte para las candelas que se suceden en la misma puerta en diversos días y el resto llevarlo al lugar donde estas personas realizarán la candela la noche del 16, cuando, tras los repiques de las campanas, Trigueros arda en un rito de purificación ancestral.

En un sentido más religioso, existen varios actos que debes tener en cuenta, pero, sin lugar a dudas, de los más sensacionales y que transportan a otra época es asistir a una novena del Santo.

Este acto religioso reúne varios aspectos que no dejan indiferente: un lugar único de celebración, como es la Iglesia Parroquial de San Antonio Abad, templo gótico-mudéjar; la solemnidad del acto, acompañado de los cantos de la Coral Polifónica de Trigueros, y el simbolismo de honrar las nueve virtudes del Santo.   Dentro del amplio programa, toma protagonismo la “entrega al pueblo”, que se sucede el domingo tras la función principal en la parroquia. Es a partir de ese momento cuando San Antonio Abad recorrerá todas y cada una de las calles del pueblo de manera ininterrumpida, en un trayecto que abarca más de 36 horas de recorrido.

No dejes de vivir la experiencia de acompañar al Santo por el pueblo y embriagarte de las emociones que fluyen en cada puerta, con cada familia. Además, es durante este tiempo cuando se suceden las famosas “tiradas” al Santo, donde experimentarás la sensación de presenciar una lluvia de alimentos, pues desde los balcones y terrazas se lanzan todo tipo de viandas a la multitud como símbolo de ofrenda.

Aunque quedan muchos momentos que se podrían resaltar, es especialmente curioso contemplar la famosa “Escapailla”.

Se trata de un momento muy íntimo que se vive en la noche del lunes, cuando los triguereños aún no quieren dejar al Santo en su Capilla y, a las puertas de esta, comienzan a correr de manera literal calle arriba con el Santo, en un intento de “escapar” con su Patrón.

Horas más tardes, y según la tradición, las autoridades civiles, religiosas y la banda municipal traerán al Santo de nuevo a las puertas de la Capilla para, de manera definitiva, recogerlo hasta el año siguiente.