Cualquiera que haya oído hablar de la provincia de Huelva sabe que, por encima de todo, están sus gambas y, por ende, su marisco. Tanto es así, que el 80% del marisco que se comercializa en territorio español proviene de esta provincia andaluza. Sin embargo, la gastronomía de la región va mucho más allá, ofreciendo una gran variedad y calidad en cada uno de sus platos.
Productos del mar
Comer en un chiringuito o restaurante a pie de playa es un placer que todos buscan cuando se decantan por el turismo de costa. Además de las vistas y el deleite de una cerveza al sol, en Huelva, cada bocado se convierte en una experiencia gastronómica.
Todo tipo de mariscos se esparcen por las mesas de los comensales; gambas blancas, langostinos, carabineros, cigalas y cangrejos, así como moluscos del estilo de las cañaillas, las almejas, las coquinas, los mejillones y las navajas. A estos les acompañan, como no podía ser de otra manera, el pescado cocinado en todas sus formas y obtenido en las mismas aguas onubenses.
Como añadido, Huelva también tiene una gran tradición atunera debido a las almadrabas que se esparcían a lo largo de su costa, de entre las que destaca la de Isla Cristina, motivo por el que este plato no solo es de los más antiguos de su gastronomía, sino también de los más demandados y deliciosos.
Ibéricos y setas
Aunque los haya que son alérgicos al marisco, estos tampoco tienen excusa para no visitar la provincia de
Huelva, ya que en sus paisajes interiores los productos ibéricos cobran una fuerza y protagonismo únicos.
Jabugo y Cumbres Mayores son especialmente conocidos por sus jamones de bellota y sus embutidos ibéricos artesanos, por lo que cualquier parada en el camino podrá suponer un gozo para los paladares que se decanten por una dieta más carnívora.
Las setas son también un plato estrella en estas zonas de sierra, y su forma de ser elaboradas van mucho
más allá de un simple vuelta y vuelta a la sartén: toda una variedad de croquetas y patés de setas se abren paso hasta el punto de rivalizar con sus tan codiciados productos ibéricos. El motivo es que en la serranía, que ocupa gran parte del interior de la provincia, crecen muchas variedades de este hongo: desde el tan conocido boletus, pasando por la tana, el gurumelo, el tentullo o el gallipierno, hasta la colmenilla.
Amantes de la buena comida: Huelva es vuestro destino.
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