La fuente que dio agua a las carabelas de Colón antes del viaje que cambiaría el mundo

En un lugar emblemático de Palos de la Frontera, una histórica fuente ha sido testigo silencioso de uno de los episodios más decisivos de la historia: La preparación del viaje que cambiaría el mundo para siempre.

La Fontanilla, un pequeño surtidor de agua dulce convertida en monumento es símbolo del espíritu de aventura que impulsó a Cristóbal Colón a cruzar el océano Atlántico en 1492, ya que su agua pura fue la que dio y mantuvo con vida a los viajeros que un tiempo después cambiarían el curso de la historia descubriendo América.

Un manantial al lado del puerto del que salió Colón

Según la tradición local, los marineros que zarparon hacia lo desconocido se abastecieron de sus aguas antes de embarcarse en la expedición que culminaría con el Descubrimiento de América. Algunos historiadores sostienen que la Fontanilla no era únicamente un lugar para llenar cántaros, ya que también servía como punto de encuentro para comerciantes, navegantes y vecinos que compartían noticias y planes para los viajes hacia las Indias.

La fuente original ha cambiado con los siglos, pero su esencia permanece. La estructura, sencilla y de piedra, guarda aún la memoria de aquellos días en que las carabelas Santa María, la Pinta y la Niña se llenaron con su agua mientras aguardaban su partida en el cercano muelle. El agua de la Fontanilla se transportaba en barriles a las naves, y se dice que su frescura era tan apreciada que los marineros la consideraban indispensable para soportar las largas travesías.

Entre los datos curiosos, destaca que la Fontanilla no solo abasteció de agua a Colón. En el pasado, la fuente también fue usada para rituales de purificación y ceremonias locales, mezclando leyenda y costumbre. La comunidad de Palos la ha conservado con mimo, y hoy puede visitarse como un lugar de historia viva que conecta el pasado con la modernidad.