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El portal gastronómico 'El Comidista' se ha hecho eco de la mano del periodista Mikel López Iturriaga de un dulce onubense sencillo y delicioso que llama la atención por su peculiar nombre. ¡Así de fácil se prepara!
Engañamaridos, un postre típico de Huelva, especialmente de Valverde del Camino, es alabado en el famoso periódico por lo fácil que resulta cocinarlo y los pocos ingredientes que hacen falta para conseguir este delicioso bocado: harina, aceite de oliva y vino blanco, y ya listos, cuestión de mezclarlos con azúcar y canela. Iturriaga nos desvela esta receta que recuerda a los pestiños en el siguiente vídeo.
La revista Lecturas también se hizo eco tiempo atrás de este tradicional dulce onubense, originario y típico del municipio valverdeño, una fritura que es una delicia para el paladar. La receta valverdeña, que fue extraída también del conocido blog "Y Hoy Qué Comemos" y adquirida de una vecina de esta localidad onubense, se trata de unos crujientes dulces rebozados en azúcar y canela que, aseguran, son muy adictivos y muy fáciles de hacer.
El curioso nombre de este dulce valverdeño tiene su historia, y aunque no está documentada, es bastante simpática. Al parecer las mujeres decían a sus maridos que este era un postre laborioso y que les obligaba a estar horas en la cocina, y así tener tiempo para sus cosas sin tener que andar dando explicaciones.
Si hemos creado en ti una necesidad, nunca los has probado y estás deseando, os compartimos la receta también de "Y Hoy Qué Comemos", además del vídeo explicativo.
Como adelantábamos, es una receta bastante fácil. Primero ponemos en un bol o recipiente amplio, el vino blanco, el aceite de oliva y la harina de trigo. Añadimos en él la harina de golpe y mezclamos.
Cuando veamos que ya no cuesta trabajo moverlo, lo sacamos y amasamos bien hasta que quede una masa homogénea. Sin necesidad de dejar reposar la masa, vamos a ir dando forma a los "Engañamaridos".
Echamos un poco de harina en la mesa de trabajo, cogemos pequeñas porciones del tamaño de una nuez y con la ayuda de un rodillo, los vamos extendiendo hasta que queden muy finos. Así con toda la masa.
Ahora, solo toca freírlos uno a uno en una sartén con abundante aceite de oliva o de girasol. Cuando veas que hayan cogido color, los sacamos y los vamos poniendo en un plato con papel para absorber los restos de aceite. Lo normal es que estos dulces se inflen mientras se fríen.
Como último paso, los rebozamos en una plato que contenga una mezcla de azúcar y canela en polvo. ¡Mmmm!
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