El árbol centenario de Huelva al que vienen a abrazar visitantes de toda España

Entre la espesura de pinos y álamos del Arroyo Algarbe, hay un árbol que no pasa desapercibido: Manolo, un majestuoso pino centenario que se ha convertido en todo un icono natural y cultural de Hinojos.

Cada sábado, a primera hora de la mañana, se forma una larga fila de visitantes a sus pies, llegados desde distintas provincias, todos con la misma ilusión: Abrazar al árbol y pedir un deseo que, según la tradición, Manolo puede cumplir.

Su tronco robusto y su frondosa copa parecen guardar siglos de historia y secretos del bosque: Manolo no es solo un pino más. Es un símbolo de resistencia en un entorno que lucha por mantenerse a salvo. El bosque que lo acoge, pese a su belleza serena, está constantemente amenazado por talas indiscriminadas y la extracción de biomasa industrial, según advierten desde el colectivo ecologista Mujeres por Doñana.

Aun así, el pino sigue de pie, como un guardián del Arroyo Algarbe, invitando a todos a detenerse, respirar y conectar con la naturaleza.

Un bosque encantado por descubrir

Desde hace más de diez años, la Asociación “El Burrito Feliz” de Hinojos organiza el proyecto “El Bosque Encantado de los Burritos”, que combina turismo, educación y actividades lúdicas en plena naturaleza. Durante unas cinco horas, los visitantes recorren senderos, descubren la fauna y flora del lugar, interactúan con asnos y, por supuesto, participan de la famosa abrazo-terapia con Manolo, un momento mágico que ya se ha convertido en tradición para familias y amantes de la naturaleza.

Esta experiencia no solo permite disfrutar de un contacto único con la naturaleza, sino que también genera recuerdos imborrables: Niños y adultos se sorprenden ante la magnitud del pino, sienten la calma del bosque y se llevan consigo una conexión especial con un árbol que parece casi humano.

Manolo y el impulso a la economía local

El impacto de Manolo va más allá de lo emocional: También tiene un efecto económico tangible en Hinojos. Después de participar en las actividades del bosque, muchos visitantes se acercan al pueblo para disfrutar de su gastronomía y descubrir restaurantes locales. Los hosteleros del municipio han notado un aumento de reservas coincidiendo con los días de actividad en el bosque, lo que convierte al pino centenario en un motor de dinamización económica inesperado.

Protegiendo un tesoro natural

La misión principal de estas actividades es proteger un espacio natural amparado por la Comunidad Europea, aunque actualmente enfrenta múltiples amenazas: expansión de la agricultura industrial, tala de pinos y álamos en zonas protegidas y abandono de programas de prevención de incendios forestales. Manolo representa la vida que aún sobrevive y la importancia de conservar estos espacios para las futuras generaciones. Cada abrazo al pino es también un recordatorio de nuestro deber de cuidar la naturaleza.

Rumbo a FITUR 2026

Tras un intento fallido de participación en 2025, EBF-Doñana prepara ahora una nueva candidatura para llevar el “Bosque Encantado de los Burritos” a FITUR 2026. La idea es que los talleres, rutas guiadas con asnos y la famosa abrazo-terapia con Manolo conquisten a miles de visitantes en la feria madrileña, mostrando no solo la belleza de Hinojos, sino también la importancia de un turismo sostenible y cultural que conecta personas con la naturaleza.

Manolo no es simplemente un pino centenario: Es historia viva, un símbolo de magia y tradición, y un punto de encuentro entre naturaleza, cultura y comunidad. Cada visitante que lo descubre, cada abrazo y cada deseo contribuyen a mantener vivo un legado verde que merece ser protegido y conocido. Este árbol legendario sigue demostrando que, a veces, la fuerza de la naturaleza puede inspirar, educar y unir a toda una comunidad.