Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Adentrándonos en la naturaleza de la Sierra de Aracena, y a pocos kilómetros del casco urbano de la bella localidad de Almonaster la Real, se encuentra la aldea de Los Molares, un pequeño tesoro escondido entre montañas y bosques de encinas que goza del auténtico encanto serrano.
Sus calles tranquilas y casitas encaladas invitan a pasear sin prisa por esta aldea onubense, respirando el aire limpio y puro serrano, y escuchando el canto de los pájaros entre los castaños y alcornoques de esta pequeña población de 23 habitantes.
El nombre de la aldea Los Molares proviene de las “muelas” de los antiguos molinos que durante siglos transformaron el grano en alimento. Hoy, algunas de esas piedras aún se conservan, testigos silenciosos de la vida de quienes trabajaban la tierra y vivían al ritmo de la naturaleza.
Además, la gran curiosidad es que, además de tener nombre de "diente",lo comparte con un municipio de Sevilla también llamado tal cual, Los Molares. En el caso de este pueblo sevillano, que se encuentra a poco más de dos horas en coche de la aldea onubense, cuenta con 3.559 habitantes, unos pocos bastantes más.
Caminar por Los Molares es, en cierto modo, caminar por la historia de la región, una población forestal pausada y tranquila, donde cada rincón tiene su propia historia que contar.
Una aldea con una única y larga calle de mismo nombre que recorre todas casitas que la serpentean, reflejando la sencillez y belleza de la arquitectura tradicional andaluza. Con muros de piedra, tejados a dos aguas y patios que parecen suspendidos en el tiempo, el conjunto de la aldea transmite una sensación de armonía con el paisaje que la rodea.
Su edificación más significativa podría ser considerada su iglesia, la Ermita de San José, de esbelta espadaña y construída en la primera mitad del siglo XX por sus propios vecinos.
Como detalle, ante las puertas de algunas casas, como es tradicional en algunos pueblos y aldeas de nuestra sierra, existen los típicos “llanos”, mosaicos a base de piedras.
Como señalan desde la página web de turismo de Almonaster la Real, los recursos económicos de esta población se centran en la industria de la madera y el corcho, así como en la agricultura y ganadería para su autoabastecimiento.
Antiguamente, el cultivo de cerezos era importante en esta aldea, aunque con el tiempo se fueron perdiendo y ya no hay demasiados ejemplares.
Llegar a Los Molares es sencillo: Desde Almonaster la Real, solo hay que tomar un pequeño desvío desde la A-470. Su cercanía, a tan solo 5 kilómetros, permite combinar la visita a la aldea con un paseo por el casco histórico del municipio, creando una excursión perfecta de medio día o un fin de semana completo.
Además, se comunica a través de senderos con otras aldeas y pueblos vecino de la comarca.
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