Sendero circular: Castaño del Robledo

Esta famosa y singular ruta tiene varios puntos de partida en Castaño del Robledo, uno de ellos comienza en la Plaza del Álamo, que es donde está el Ayuntamiento.

Miramos de frente al reloj que está en la fachada de éste, y comenzamos a subir la calle de la derecha (Arias Montano). Arriba del todo existe un callejón a la derecha, casi al final de la calle, y lo seguimos hacia arriba por un sendero lleno de viejos alcornoques, muy grandes, y un empedrado algo deteriorado, pero espectacular.

Una vez que llegamos arriba, encontramos una bifurcación, que está señalada perfectamente, hacia la izquierda, seguiremos hasta Alájar, y si seguimos hacia abajo recto, iremos a la aldea del Calabacino.

Podemos hacerlo de cualquier manera, o por el Calabacino, Alájar, Peña de Arias Montano y volver a Castaño del Robledo (tener en cuenta, que una vez se llega al Calabacino, podemos ir directamente a la Peña, sin pasar por el pueblo de Alájar) o se puede hacer al revés, Peña de Arias Montano, Alájar, Calabacino, Castaño del Robledo teniendo en cuenta, que una vez se llega a la Peña de Arias Montano, se puede ir directamente al Calabacino, sin pasar por el pueblo de Alájar.

Otro punto de Partida de la ruta está situado junto a la fuente manantial del pilar, junto al río Múrtigas, próximo a la antigua plaza de toros. Aquí comienza el sendero que va hacia los chorros de Santa Ana, el famoso salto de agua del Joyarancón, pero no cogemos esa subida al cementerio, sino el camino que se dirige al sur, es decir, mirando la subida del cementerio hacia la izquierda, uno de los caminos más frondosos de todo Castaño del Robledo, que se dirige también al, recién inaugurado, Camino de los Trebolares, que nos lleva al bosque de las letras.

Al llegar arriba del todo, nos encontramos con un cruce de 4 caminos, el de frente (Camino de los Trebolares), otro a la derecha (Camino de enlace con el de Santa Ana) y otro hacia la izquierda, que se dirige a Alájar, que es el que nos interesa.