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Linares de la Sierra, el valle escondido

  • Este pueblo enclavado en el corazón de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche guarda el legado de fenicios y romanos

Linares de la Sierra, el valle escondido / tupublicidad

Linares de la Sierra es una de las joyas de sierra onubense. Un pequeño pueblo con más de 300 habitantes que se sitúa a una altitud de 505 metros y a 118 kilómetros de la capital de provincia, Huelva. Linares de la Sierra se encuentra entre Alájar y Aracena, en el centro del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, uno de los espacios protegidos más importantes de la Comunidad y que ocupa todo el norte de la provincia con sus dehesas y pequeñas elevaciones cubiertas, predominantemente, de bosques de quercus ilex, alcornoques, castaños y monte bajo, por donde cursan numerosos arroyos, ideal para la ganadería, especialmente para el cerdo ibérico, que encuentra aquí unas condiciones ideales, siguiendo la tradición de la mayoría de sus pueblos vecinos.

Este lugar lleno de pequeñas casas blancas encaladas, guarda en sus calles el legado de los fenicios y romanos, quienes fueron sus primeros pobladores, aunque la localidad no llegó a convertirse en un auténtico núcleo hasta la época musulmana.  

Un pueblo lleno de historia, así como de únicas construcciones, tanto que la descripción de los elementos más singulares del patrimonio linarense justifica sobradamente su singularidad y excepcionalidad para su inclusión como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico. Algunas de las construcciones incluidas en esta categoría son la fuente nueva y el lavadero, se trata de una fuente de cuatro caños, el abrevadero y el lavadero circular, un conjunto que data del año 1908. 

Si existe una fuente nueva es que, anteriormente, hubo de estar en funcionamiento una fuente vieja. Así es. La Fuente Vieja es uno de los rincones más bellos del municipio, construida en un pequeño rincón rodeado huertas y frutales, se llega a ella por una de las típicas calles empedradas que descienden. La Fuente Vieja consta de tres chorros además de un pequeño pilar y un  lavadero. El manantial del que se surte está justamente encima de la fuente. 

Otra de las señas de identidad de este onubense municipio encallado en la sierra es Iglesia Parroquial de San Juan Bautista. El casco urbano se desarrolló en torno a una pequeña ermita, de la que, actualmente, no quedan restos en la actualidad, pero en el mismo solar donde hubiera estado ubicada esta, el arquitecto onubense José Álvarez diseñó la Iglesia Parroquial de estilo Neoclásico. Se trata del principal monumento religioso del municipio se caracteriza por la conjunción del Barroco popular con el Barroco academicista que da paso al Neoclasicismo.

Además, de visita por este municipio no se puede marchar sin visitar la plaza Juan Ramón Jiménez, a los pies de la Iglesia, la plaza de toros, o simplemente perderse por sus calles, respirando el aroma y sin quitar la vista de sus pies, ya que las calles están empedradas de una forma muy particular. Los conocidos como llanos son alfombras hechas de piedra con motivos florales, animales, o religiosos que generalmente se encuentran en las entradas a las casas, en la calle o en plazas, dándole a todo un aire de conjunto monumental.

Un pueblo precioso que se encuentra rodeado de una naturaleza salvaje y exuberante que invita a ser recorrida, ya sea a pie o en bicicleta. Por ello, el municipio de Linares de la Sierra cuenta con muchos senderos para conocer su valle de Silos. Este lugar está cargado de leyendas, como su nombre indica, está lleno de "silos", hoyos o agujero que se pierden en el interior de tierra, lo que le aporta ese grado de misterio. Se trata de un valle de frondosa y densa vegetación de "monte bajo" y castaños. Como su nombre indica, está lleno de "silos", hoyos o agujero que se pierden en el interior de tierra.

Dentro de este frondoso valle lleno de vegetación se encuentra el Manantial el Agua de la Paloma. Es uno de los más bellos parajes de todo el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, llama la atención la conjunción entre las pequeñas cascadas y el riachuelo que discurre entre toda la vegetación, completamente verde.

Para conocer estos lugares desde el Ayuntamiento de Linares de la Sierra proponen 9 rutas para perderte en el Valle Escondido y descubrir como la naturaleza de los castaños, encinas y alcornoques se engullen y llevan a un mundo entre ciervos en libertad y agua pura.

Los caminos son para todo tipo de públicos con dificultades desde lo fácil a lo más complejo, además también depende de si realizas el camino a pie, en bicicleta o incluso a caballo. Los senderos más realizados son la rutas del agua, un camino circular que comienza en la fuente nueva y acaba en la vieja, el camino de la Molinilla, camino de las Umbrías, camino Minas de Fátima, camino Alájar-Los Madroñeros, camino Los Marines, camino Fuenteheridos o el camino Aracena.

Linares de la Sierra se presenta como uno de los pueblos más bonitos de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Es una visita indispensable para disfrutar de los pueblos más típicos onubenses, o perderse en su valle encantado para disfrutar de la más pura naturaleza.