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La prestigiosa revista de turismo de lujo Condé Nast Traveler se vuelve a hacer eco una vez más del destino Huelva. En esta ocasión, recomienda visitar estos siete pueblos para sentir Huelva, que por su naturaleza salvaje y sus paisajes parecen un escenario de película.
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La Costa de la Luz y la Sierra de Aracena, esa perfecta combinación entre mar y montaña que encandila con estos bellos y tan turísticos pueblos de nuestra provincia
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Imagen de portada: Parador de Ayamonte
No es un secreto que Ayamonte enamora a todo aquel que la visita. Condé Nast Traveler la define como una ciudad que despierta todos lo sentidos. Primero por su gastronomía. Sus tapas, más que un plato, son un modo de vida. De esta región de Huelva recomiendan su famosa raya en pimentón, las albóndigas de chocos, el atún encebollado y las coquinas en su salsa.
Además de visitar su centro histórico y monumentos, como la Parroquia de las Angustias, este prestigioso portal incide en que no te puedes perder su costa: Isla de Canela y Punta del Moral son dos de sus playas más populares. Y, por supuesto, el bulevar del Guadiana, una gran avenida construida en 2022, y su paseo con vistas al mar que se ha remodelado también hace poco.
El precioso pueblo más británico de la provincia también tiene su mención. Traveler recuerda que la minería ha sido clave en el desarrollo de este pueblo del interior de nuestra provincia. Su paisaje lunar, el río de aguas rojas, llamado Tinto, y la mina abierta más grande de toda Europa, la Corta Atalaya, hacen de él un pueblo de obligada visita si llegas hasta tierras onubenses.
Si estás pensando en visitarlo, este portal turístico te recomienda conocer el tren minero situado en el Parque Minero Riotinto, un auténtico viaje en un ferrocarril del siglo XIX para descubrir los 5.000 años de historia de su actividad minera. Dentro del parque tienes varias opciones interesantes como el Tren de Luna, una recorrido que permite disfrutar de las vistas de la ribera del Tinto con la iluminación de la luna; y también, del Museo Minero y las dos minas: Peña de Hierro y Corta Atalaya.
Avisa que tampoco te puedes perder el barrio de Bellavista, construido en el mismo siglo, que albergó a la colonia británica que gestionaba las minas de Riotinto.
Una de nuestras joyas costeras nunca pasa desapercibida para esta revista turística. Este pueblo de casitas de pescadores es otro de los más pintorescos de la provincia.
Uno de sus mayores y hermosos paisajes lo encontrarás en el Paraje Natural de La Flecha. Su playa es una lengua arenosa entre el río Piedras y el Atlántico que cambia al ritmo de la marea.
Al lado de ella también encontrarás la playa lepera de Nueva Umbría, un lugar perfecto para desaparecer si te gustan las playas vírgenes y tranquilas. El Rompido también es conocido por sus rutas para senderistas, pues se halla cercano al Parque Natural de Doñana, Isla Cristina y las Marismas del Odiel
No podía faltar el bello pueblo de Juan Ramón Jiménez. "Te llevaré Moguer a todos los países y a todos los tiempos, serás por mí, pobre pueblo mío, a despecho de los logreros, inmortal". Así recuerdan algunos de los versos que el Premio Nobel de Literatura, Juan Ramón Jiménez, le dedicó a su pueblo Moguer en su obra.
Es por ello que Moguer es también el pueblo de la poesía. Hoy, la Fundación Juan Ramón Jiménez recoge todo este patrimonio literario en su casa-museo.
Pero también apuntan a que es el pueblo de los fresones y de los pasteles de la confitería La Victoria, que lleva más de 100 años haciendo felices a los vecinos del pueblo con sus deliciosos dulces, siempre fieles a las tradicionales recetas. No te puedes ir sin probar algunos como el Alemán, las milhojas, las palmeras chocolate o las bizcotellas.
En Moguer, además, se encuentra el Monasterio de Santa Clara y un castillo del siglo XIV, entre otros monumentos históricos. Pero si hubo un hito en el pueblo, fue el de la construcción de 'La Niña', la carabela de Colón, también llamada Santa Clara en honor al monasterio.
Por todo esto, Moguer fue declarado Bien de Interés Cultural y reconocido dentro de los Lugares Colombinos.
Cómo no nombrar al pueblo de cuento de Huelva que enamora a todo aquel que lo conoce. Inciden en que Huelva es salvaje y agreste, y que la prueba está en Alájar, uno de nuestros bellos municipios que está situado a 837 metros de altitud.
Pueblo de casas encaladas y tejados rojos, de entre los siglos XVI y XVIII, se encuentra la Peña de Arias de Montano.En este monumento natural se retiró a descansar Benito Arias Montano, teólogo, humanista y escritor políglota español. Aquí en su honor se encuentra su busto, además de la ermita Ntra. Sra. Reina de los Ángeles, uno de los centros de peregrinación más importantes de Andalucía.
Un municipio que destila belleza por absolutamente todos los lugares que la componen es el histórico Palos de la Frontera.
Condé Nast Traveler recuerda que es la cuna del “descubrimiento de América”, ya que de su puerto partieron, el 3 de agosto de 1492, las carabelas La Pinta, La Niña y la Santa María, con Cristóbal Colón y los hermanos Pinzón.
El municipio de Palos se encuentra muy cerca de Moguer, que también se encuentra, como apuntábamos antes, en esta lista de pueblos onubenses con encanto. En el caso de Palos, recomiendan no perderte su Parque Botánico Celestino Mutis, un espacio natural, vivo y cambiante, que desde su inauguración muestra a los visitantes una creciente colección de flora recogida de los cinco continentes.
Además, el Muelle de las Carabelas, un museo al aire libre donde se puede conocer más sobre la historia del descubrimiento de América y sus embarcaciones. Añaden también a la lista de visitas el Monasterio de La Rábida, un pequeño convento franciscano (muy ligado a la cristianización del continente americano), la fontanilla (la fuente pública de Palos) y la Iglesia de San Jorge.
Otro hermoso pueblo fronterizo con Portugal bañado por el río Guadiana. Es uno de los pueblos más antiguos de Huelva, fundado en 1435. Se encuentra en la comarca del Andévalo y su localización fue centro de comerciantes en los siglos pasados, hoy en día, gracias a su clima, a su tranquilidad y a su belleza paisajística, es un punto turístico importante en nuestra provincia.
Traveler habla sobre la caña, esa planta que crece en la ribera de los ríos, y que ha supuesto para Sanlúcar de Guadiana una fuente de recursos económicos, además de una seña de identidad que lo ha hecho único. Si pasas por aquí, recomiendan no irte sin haber comprado un bolso, un canasto o una cesta hechas a mano por las canasteras, mujeres que trabajan la caña.
No te pierdas tampoco la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Flores y el Castillo de San Marcos, dos de sus monumentos más visitados.