Debido a la riqueza de flora y fauna protegida que rodea a esta conocida playa onubense, con zonas de playas vírgenes, hay estampas singulares que se pueden vivir en ellas. Desde siempre, animales como los ciervos campan a sus anchas por estas arenas, incluso acercándose a las personas que disfrutan de un día de playa.

Se trata de la playa almonteña de Matalascañas que, por su cercanía con el Parque Nacional de Doñana, es frecuentada por ciervos que, incluso han acabado introduciéndose en las calles de este núcleo costero. Sin ir más lejos, fue precisamente el verano pasado cuando pudo vivirse una situación desconcertante, cuando unos ciervos fueron grabados corriendo detrás de un niño en esta misma localidad.

Pero también son muchos los veraneantes de la zona, sobre todo en la virgen Playa del Coto, los que han vivido también experiencias bonitas e increíbles, aunque no por ello algo peligrosas y con las que se tiene que tener precaución, como este encuentro de varias personas con un ciervo en la misma playa.