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Conocida como "La estación de Almonaster" o "Aldea de la estación". Su existencia siempre estuvo ligada a la línea Zafra - Huelva, creada por Guillermo Sundheim e inaugurada en 1889.
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Su principal motor económico fueron la fábrica de grafito adosada a pocos metros de las vías e industrias del corcho y destilerías. Actualmente sólo queda una de estas destilerías en funcionamiento.
La mayoría de las industrias generadas en el entorno debido al la facilidad de transporte de las mercancías han ido cerrado con el paso de los años, mermando la población de la aldea.
En su momento una de las industrias más punteras fue la fábrica de grafito. En esta gran nave se procesaba el grafito procedente de la cercana Mina de San Carlos.
La estación está situada en la polémica línea de Media Distancia de RENFE Huelva - Madrid, aún sin electrificar. Una gran parte del trazado sigue usando travesaños de madera por el que no pueden circular trenes de alta velocidad.
La estación pasó de ser un importante punto para los viajeros del norte de la provincia a un apeadero. La mejora en la red de carreteras provocó el desinterés en el uso del tren y más tarde el cierre de la estación.
Debido a los beneficios asociados a tener una estación de tren cercana, muchas industrias prosperaron en el entorno. La única fábrica que queda en funcionamiento es la destilería de Anisados y Licores la Hormiga.
Benito estuvo trabajando 32 años de su vida en una de las fábricas de corcho más grandes de la zona. "En su momento hubo hasta 20 personas trabajando aquí". Ahora es el guardés de la fábrica cerrada.
Es lo que llegaba a producir la fábrica de corcho en su apogeo. Hoy parte de sus instalaciones son usadas como almacén de vehículos y balas de paja.
Como alternativa a la industria ya inexistente la aldea ha encontrado en el turismo rural una fuente económica relevante y segura.
Ana apostó por la aldea. Ha reconvertido un antiguo matadero y una fábrica de licores en un complejo rural. La aldea de la estación está ubicada en un paraje natural muy cercano a otros núcleos de población más grandes con todos los servicios.
Es maestra de educación especial y natural de la estación. "Es muy difícil quedarte o querer volver si no tienes un trabajo" Recuerda su infancia en la aldea. "Mi familia tenía una pequeña finca y yo leía mucho, también ayudaba con los animales. Con una mano sostenía el libro y con la otra acariciaba a las cabras".
Durante el descenso demográfico de la aldea cerró la escuela. Actualmente la aldea cuenta sólo con dos niños que estudian en Cortegana.
Es el hijo de M. Ángeles. Actualmente cursa 6º de primaria en Cortegana. Es el habitante más joven de la estación. Aunque vive junto a su madre en la aldea, tiene toda su vida en el pueblo donde estudia, incluidos sus entrenamientos de fútbol.
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