El atractivo que ejercen los cursos de agua en el ser humano es incuestionable. El agua es vida, y ésta discurre por los cauces que riegan y enriquecen la geografía. En la Sierra, "El Múrtiga" o "Múrtiga", que de las dos formas lo vemos escrito y así se acepta, constituye un excelente ejemplo de lo que el curso de un caudal de agua ha supuesto a lo largo de la historia.

Conoce esta refrescante zona tan particular de la Sierra de Aracena, los pueblos y lugares por donde pasa y una pequeña ruta para descubrirlo y recorrerlo.

Nacimiento y entorno del Río Múrtigas

Nace en Fuenteheridos, en la fuente de los Doce Caños, y llega hasta la frontera portuguesa, tras pasar por Galaroza, La Nava, Cumbres de Enmedio, Cumbres Mayores y Encinasola. El Múrtiga aporta innumerables factores que enriquecen la zona, desde la sostenibilidad, a la salud, pasando por la economía, la socialización, el medio ambiente o el patrimonio. Su paso por La Nava es especialmente rico en matices que van desde lo natural hasta lo patrimonial.

La riqueza ambiental, de flora y fauna en esta zona ligada al río, va desde ejemplares de álamos, chopos, olmos y otros árboles que conforman el bosque de galería, animales desatacados como rapaces o paseriformes, ciervos, ginetas y cientos de especies de vertebrados.

el curso del río está repleto de otras instalaciones industriales, como los molinos hidráulicos, como el del Martinete o el del Tío Moisés, de los cuales aún se conservan restos relacionados con sus antiguas funciones.

El río Múrtiga, identidad viva de La Nava

El conocido como ‘Puente Romano’ es un referente patrimonial de La Sierra, siendo un lugar de paz y sosiego muy frecuentado. Fue impulsado por los molineros navinos a finales del siglo XV, cuando los molinos del término municipal crecieron en tal medida que recibían cereales procedentes de distintos lugares de España y Portugal para ser molidos en ellos.

En el plano etnográfico, el Múrtiga marca también las fiestas del Melocotón, que mantiene desde hace más de medio siglo elementos autóctonos como la pelá del melocotón, el pregón, el monumento, las damas y las reinas, o, en general, la presencia de todos los pueblos de la zona.

Ya en el pasado, la importancia del río no pasó inadvertida para los lugareños, como se demuestra elocuentemente en las respuestas que el Cura Propio de La Nava, Don Julián de Castilla, enviaba a instancias de Tomás López el diez de mayo de 1796.

Y aún hoy, el Múrtiga sigue siendo identidad viva de La Nava, un elemento que los vecinos y las vecinas deben saber conservar y sentirse orgullosos de él.

Info: Antonio F. Tristancho

Sendero La Nava - Valdelarco

Este sendero, de 6 kilómetros de longitud y unas dos horas de duración, comienza en la Plaza del Terreguero de La Nava y continua por el Callejón de la Veguita, entre huertas de melocotones, llegamos al río Múrtigas, que atravesaremos por unas pasaderas de hormigón hasta alcanzar la carretera N-435 que atraviesa. Sube por un carril hasta llegar a lo alto de Las Cañadas, donde se cruza con el sendero de Las Murtiguillas a Galaroza, comenzando a descender por un sendero antiguo donde aún se pueden distinguir el antiguo empedrado de la calzada romana, hasta llegar al Barranco del Ingenio, donde busca un vado para cruzarlo.

Comienza a subir serpenteando entre los matorrales hasta las inmediaciones del Cortijo de los Conejales, donde continúa su subida hasta la Sierra de la Algaba entre paredes de piedra, al llegar a lo alto de la Sierra, deja a la izquierda la fortaleza Turdetana y continúa hasta alcanzar la Ermita del Salvador en término de Valdelarco.