Rosal de la Frontera se encuentra bañado por la rivera Alcalaboza y el río Chanza, afluente del Guadiana. Situado es la parte más occidental de Sierra Morena que limita con Portugal, a dos kilómetros de la línea de frontera. Rosal ha tenido pobladores a lo largo de los tiempos, pero su entidad como pueblo data sobre 1845 que es cuando se da la Real Orden y se produce la segregación de las tierras de Aroche, aquí nace un pueblo nuevo libre de ataduras.

Durante la Edad Media era un territorio clave y con gran protagonismo, debido a que es una zona fronteriza entre los reinos de Portugal y Castilla. Existen documentos que cuentan que en el siglo XIII, el lugar contaba con una ermita cuyos restos, muy deteriorados, se conservan. Junto a esta ermita también podemos encontrar lo que posiblemente sea la plaza de toros más antigua de España, debido a que se encuentran documentos de esta del año 1599. La plaza se encuentra deteriorada, por lo que la intención es iniciar un proyecto de recreación, no para usarla de nuevo con el mismo fin, sino para que esta recupere una forma más fiel a lo que fue en aquella época. Destacar el dolmen ‘Pasada del Abad’. Son los restos de un dolmen de corredor del que sólo se conservan 6 ortostatos (piedras verticales), que aún se mantienen en pie.

Así mismo, un hecho que marcó enormemente a este municipio fue la llegada de Miguel Hernández, un poeta y dramaturgo que fue encarcelado en este lugar. Como homenaje se creó la Casa de Cultura “Miguel Hernández”, lugar donde estuvo su primera prisión, recreándose la celda en la que estuvo preso, además de instalarse un Centro de Interpretación de su vida y obra. Recientemente se ha inaugurado una nueva sección dentro del Centro y que hace las veces de oficina de turismo.

Celda Miguel Hernández