Andévalo

Cabezas Rubias, donde nadie es forastero

  • Un municipio que guarda enclavado en su corazón un reflejo de su historia, que ha sido creado por sus parroquianos

Cabezas Rubia, donde nadie es forastero

En pleno corazón de la provincia de Huelva, en la comarca del Andévalo, se encuentra Cabezas Rubias, una localidad cuyas calles son fiel reflejo de una historia que ha labrado con esfuerzo su propia gente. Con la agricultura y ganadería como pilares fundamentales, las tierras rubiatas son un tesoro guardado con recelo por un Andévalo que presume de la historia, fiestas, naturaleza, gastronomía que ostenta Cabezas Rubias.

El molino marca su historia. Aunque Cabezas Rubias es un término municipal salpicado por distintos yacimientos arqueológicos, siendo los más antiguos los calcolíticos, la realidad es que su historia la marca la iglesia parroquial bajo la advocación de la Patrona Nuestra Señora de Consolación y el Molino de la Divisa. Se trata del elemento más significativo de su arquitectura. Formaba parte de la red de molinos que iba desde Niebla a Portugal y fue levantado en la segunda mitad del siglo XVIII. Ahora, ya restaurado, puede ser visitado para enamorarse de unas increíbles vistas del pueblo y del comienzo de la Sierra.

La gastronomía como motor de las fiestas. El calendario festivo comienza el 20 de enero con la festividad de San Sebastián, uno de los hitos del calendario festivo rubiato. Además, el segundo fin de semana de mayo se da la Romería de San Sebastián en el cabezo ‘El Buitrón’, donde se encuentra la Ermita de San Sebastián.

Este alarde festivo se consigue llevar a cabo gracias a una gastronomía fundamentada en la ganadería de cerdos, ovejas, cabras o vacas y a recursos naturales como las setas, donde destaca el gurumelo, siendo también los postres el broche final a un arte culinario de quilates.