El timonel debe ejercer de psicólogo

El timonel debe ejercer de psicólogo. Pablo Alfaro es plenamente consciente de la delicada situación anímica que atraviesa la plantilla del Recreativo de Huelva. "El vestuario está tocado", admite el técnico albiazul, que asegura que "ahora mi obligación es levantar la moral de los jugadores y seguir remando".

El entrenador inició su comparecencia ante los medios de comunicación tras el partido de anoche señalando que el choque frente a la Unión Deportiva Salamanca es "de esos días en los que a mis jugadores no les puedo reprochar nada. Si acaso, que hemos tenido un poquito de precipitación y excesivas ganas de agradar". Más tarde deseó que "ojalá llegue el día en el que seamos capaces de ganar como lo ha hecho el Salamanca, muy ordenado y serio atrás, y con las pocas aproximaciones que ha tenido", calificándolas como "una y media".

A la pregunta de qué se le puede reprochar al equipo respondió que "viendo los números lo más reprochable son los resultados. Hemos tenido más posesión que ellos y más opciones de remate, pero si no se marca no se pueden ganar partidos. Es cierto que hemos marcado muy pocos goles, al igual que también hemos mejorado en defensa. ¿Si hay conformismo? Para nada, lo que ocurre es que cuando uno da todo lo que tiene no se le puede pedir más", dijo, sentenciando que "el fútbol tiene estas cosas. Esto es un juego y ahora toca cerrar filas y apretar los dientes".

El entrenador del Recreativo tiene claro que "revertir la situación es tarea nuestra. Yo he vivido como jugador circunstancias similares y ahora es el momento en el que los hombres deben sacar a relucir los galones".

Alfaro, en otro momento de su intervención, fue preguntado si afectan los gritos de "¡directiva, dimisión!" que se escucharon. "Es una situación muy desagradable pero todos somos responsables de ella. En los barcos desde el timonel a todos los que están desde la proa a la popa deben remar en la misma dirección para llegar a puerto. Ojalá que pronto ganemos para tranquilizar a la gente. Sería de cobardes no asumir nuestra responsabilidad", concluye.