Un regreso por todo lo alto

Álvaro Márquez Camacho ha vuelto a lo grande. El joven de 22 años (18 de mayo de 1989, Huelva), del equipo Motos Muriel y perteneciente al Motoclub Villablanca, se ha proclamado campeón de Andalucía de trial en la categoría TR-3, demostrando su calidad tras un parón de varios años sin competir.

"Me he llevado una gran alegría, porque me he llevado cuatro o cinco años sin competir, y me federé con el objetivo de ganar, aunque iba un poco a ciegas, porque no conocía el nivel de mis rivales. Desde el principio supe que no iba a ser fácil, puesto que en la primera prueba acabé tercero y vi el título algo lejano; luego, conforme avanzaba el campeonato, logré varios primeros puestos que me dieron tranquilidad y confianza, y el final he logrado el objetivo al ser el más regular", recuerda el onubense.

Álvaro arrancó en Peñarroya Pueblo Nuevo (Córdoba) con un tercer puesto, sumó dos victorias en Málaga y Osuna (Sevilla), volvió a ser tercero en Ronda (Málaga), continuó con otros dos primeros puestos en Benahavís (Málaga) y Loja (Granada) y acabó con dos segundos puestos en Antas (Almería) y Torredelcampo (Jaén).

Sólo ha disputado el Andaluz, ya que por falta de patrocinio no ha podido competir en campeonatos superiores como el Nacional o en el de otras autonomías.

Su afición por las motos le llegó vía paterna: "Mi padre fue a ver una prueba del Mundial a Córdoba hace años, le gustó y se compró una moto, aunque no para competir a este nivel; él nos montaba a mi y a mi hermano y nos fue aficionando. En el 2002 ya me proclamé campeón de Andalucía de trial en al categoría juvenil; competí un par de temporadas más acabando quinto, y luego lo dejé por motivos de estudios", recuerda.

Álvaro Márquez, que está estudiando la licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en Sevilla, ha apostado por una modalidad del motociclismo que no cuenta con mucho arraigo en nuestra provincia, donde los pilotos apuestan más por el enduro o el motocross. "Soy el único onubense que ha conseguido un logro como este en el trial; a mi me gustaba el enduro porque corres más, pero mi padre no quería, porque a más velocidad, más riesgo, y por eso me decanté por el tríal".

El joven onubense, que se define como un piloto "muy técnico" sólo puede entrenarse los fines de semana al estar centrado en sus estudios. "Esto lo hago por afición, no con vistas a ser profesional". Le dedica el título conseguido "a mi familia, a los amigos que me han apoyado y a mis patrocinadores Motos Muriel, Clinilab, Motos Pepe, Peluquería Juan Carlos y Confitería Nova Ruiz, que me han dado apoyo económico, puesto que este deporte conlleva muchos gastos entre licencias, gasolina, transporte...", asegura.

La próxima temporada será más complicada puesto que "al ser campeón subo de categoría y paso de TR-3 a TR-2, donde hay más nivel. Tendré que adaptarme y la afrontaré sin renunciar a nada, esperando a ver lo que puede pasar. Esta temporada, en el 70% de las carreras, por puntos habría quedado en el podio en la categoría superior, lo que es un estímulo", concluye Álvaro Márquez, feliz por volver a saborear un título andaluz.