Perdido en la espesura de su propio juego, el líder no pasó de un empate insuficiente por la entidad del rival, pero justo por lo ofrecido por ambos sobre el campo. Con muy poco se puso por delante y con menos le empataron. Dos equipos de corte similar y apuesta parecida se entablaron en una batalla que sobre el tapete fue favorable al Real Jaén, pero que no se decantó de su lado por la falta de calidad y la pegada necesarias. Porque eso fue el conjunto jiennense. Un meritorio alumno del juego combinativo sin la capacidad necesaria para transformarlo en rendimiento.

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Pronto se pudo adelantar el Recre. Trujillo Suárez deberá pedir cita en el oftalmólogo. El penalti que no vio a los nueve minutos del encuentro fue escandaloso. Luego va el Recre a Vitoria y por menos de la mitad se los pitan... Cuestión de criterios o de carencia de estos. Con lo que se ve semanalmente en esta liga, mucho más de lo segundo que de lo primero. Después se aplicó con un celo bastante curioso en todas las acciones divididas.

Si Sergi apretó en los días previos a su entramado defensivo o no, lo cierto es que la presión de Montoro sobre los defensores jiennense en el primer tanto fue de libro. El valenciano ganó un balón a la blanda zaga visitante, sirvió a Linares y el delantero recreativista remató de tacón al fondo de la portería. Jugada para enmarcar a los 20 minutos.

Era el momento de acelerar e ir a por el segundo. El Jaén lo iba a notar. Eso en la teoría. En la práctica se encontraron con la igualada cuatro minutos después. Un córner... De nuevo, el sempiterno problema del balón parado. Cabrero detuvo en primera instancia. El rechace lo cazó Nino para equilibrar la contienda.

El descanso fue lo mejor que le pudo pasar al Recre. Acusó sobremanera el tanto visitante. Perdió el centro del campo y la referencia del balón. Se vio superado.

El Jaén se vistió de grande en la segunda parte en el Nuevo Colombino. Los del Santo Reino encerraron al Recre. Tomaron el control del balón y metieron a los albiazules en su campo. Por primera vez en la temporada se vio superado en esta faceta el Decano en su estadio y de forma tan clara. Sergi reaccionó reforzando el centro. Retiró a Gallegos y dio entrada a Jesús Vázquez. Antón adelantó su posición para enganchar mejor con el ataque y sacar al Decano del atasco.

Fue un Recre diferente. Con Jesús Vázquez el equipo ganó en consistencia, se hizo con el mando en el centro y se cambiaron las tornas. El Jaén comenzó a sufrir y el balón a circular por su terreno de juego. Con Arana sobre el campo en lugar de un fatigado Antón se buscó una profundidad que no se encontró. El Jaén replicó con una cabalgada de Edgar que acongojó al Nuevo Colombino.

Le faltó frescura al Decano en ese tramo. Vivió en las proximidades del área jiennense, aunque la pisó poco. Agotó sus opciones. Buscó a René sin encontrarlo. El Jaén renunció al ataque. Dio por buenas las tablas y se amparó en alguna oportunidad a balón parado que no llegó.