El hombre de acero
El ultra deportista valverdeño competirá en una de las pruebas de resistencia más duras del mundo, del 6 a 8 de septiembre, en Gales


Juan Bautista Castilla Arroyo Chamba, ultra deportista valverdeño, competirá el próximo mes de septiembre en la prueba de resistencia física más dura del mundo, el Ultraman de Gales. Un reto que reunirá a los 25 deportistas entre el 6 y el 8 de septiembre, bajo el desafío de superar 10 kilómetros a nado, 420 km. en bicicleta y 84 km. de carrera en tres días
- ¿Cómo se ha preparado para la prueba?
- Llevo ocho meses implicado en entrenar, ahora me encuentro en la recta final. Antes entrenaba unas ocho horas diarias, ahora estoy afinando los últimos entrenos de seis horas de mañana, medio día y tarde, combinándolos con sesiones de fisioterapia. En un mes saldré a una prueba muy importante y muy dura como es el Ironman de Gales, en la que solo hay 25 plazas.
-¿Cómo comenzó?
-Esto comienza en 2010 cuando me inscribo para la prueba de la Fuga de Alcatraz, en la que quedé en el puesto 24, algo inimaginable para mí. Yo, que siempre jugaba al fútbol, lo dejé todo a partir de ese año para prepararme en ese tipo de pruebas. Me cambió la vida y mi forma de hacer deporte cuando empecé en el mundo del triatlón. He participado en competiciones en Niza, Lanzarote, Portugal... En la ultrafondo de Ronda quedé en 5ª posición que fue muy positivo.
-También habrá tenido experiencias negativas.
- En una carrera de ultrafondo en Mérida de 101 kilómetros, fue una de mis primeras pruebas de resistencia. La inexperiencia me hizo no comer adecuadamente, y cuando alcancé el kilómetro 96, a tan solo 5 kilómetros de llegar a la meta, me dio un corte de digestión. Esto me sirvió para aprender. Este deporte tan sacrificado exige echarle muchas horas y que se convierta en tu forma de vida, y para eso te tiene que gustar y apasionar, como es mi caso.
-¿Qué objetivos se propone en la prueba de Gales?
-El primer objetivo es acabarlo, para mí es lo más importante después de todo lo conseguido. Quiero terminarlo y disfrutarlo, y sería un sueño quedar en una de los cinco primeros puestos y conseguir plaza para la meca del triatlón como es Hawai.
-¿Lo que más le preocupa?
-Probablemente el sector de agua, son 10 kilómetros de nado en aguas abiertas en un lago del deshielo, en el que hace mucho frío. Creo que saliendo en plenas condiciones de esa fase, voy a disfrutar, aunque también sufriendo mucho.
-¿En qué piensa mientras compite?
-Son pruebas muy largas, unas 12 ó 14 horas cada día. Por la mente se te pasan millones de cosas, aunque hay momentos en los que los pensamientos se nublan y no piensas en nada. Te metes en tu cuerpo. Ni llegas a ver a tus familiares dándote ánimos, solo recuerdas aquella piedra en el camino que te hizo pinchar, o aquellos entrenamientos tan duros en los que pasaste tanto frío. Familiares, personas que ya no están... pasa de todo por tu mente.
-¿Alguna anécdota?
-Recuerdo cuando al acabar la Fuga de Alcatraz me llamaron de Huelva Información para preguntarme las sensaciones que había tenido. Contesté que había sido el mayor orgasmo que sentí en mi vida... (risas). La verdad es que es algo muy bonito y no quiero dejar de vivirlo.
-Además del triatlón, su vida profesional también gira alrededor del deporte.
-He sido profesor de educación física en la Universidad de Huelva, ahora soy preparador físico y hago labores de investigación con el Betis. También gestiono instalaciones deportivas, y no dejo de prepararme y de estudiar. Estoy finalizando un máster y un doctorado relacionados con el deporte y la nutrición.
- Natación, carrera o bicicleta, ¿qué le cuesta más?
-Por mi tipología, natación, soy de baja estatura y muy delgado, tan solo tengo 1% de grasa y floto muy poco. Sin embargo, el pesar poco es una ventaja en las otras dos disciplinas.
-¿Cuáles son sus próximos objetivos?
-En primer lugar, terminar esta prueba y disfrutarla, y también tengo varios proyectos en marcha, uno de ellos muy duro pero por una buena causa.
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