El golf, solución multi-remedio

Para descargar los nervios, para superarse uno mismo, para alejar tensiones de trabajo...

J. R. /Huelva

L beneficioso, 23 de septiembre 2008 - 05:02

¿Por qué el acto de golpear y meter la bola en el agujero resulta tan fascinante? Posiblemente escuchar de vez en cuando a recientes aficionados al golf sea la mejor fórmula para renovar y aumentar nuestro entusiasmo y satisfacción por el deporte que practicamos. Te ejercitas físicamente, tomas el sol, se hacen amigos y descargas los nervios, todo de una vez. ¿Qué más se puede pedir al deporte?

Si se escucha a los profesionales, la teoría que tienen sobre el juego es bastante clara: Es un deporte absolutamente individual, donde el mayor rival es uno mismo. Resulta desconcertante, porque nunca llegas a dominarlo, pero la sensación de superación que se siente al dar un buen golpe es un incentivo que difícilmente se encuentra en otras especialidades. Al mismo tiempo, es un juego sumamente complicado que une a quienes lo practican, puesto que raramente les entenderán quienes no juegan al golf.

Naturalmente el golf ofrece la posibilidad de conseguir hazañas que muy pocas veces se llegan a lograr, pero que siempre nos tientan, como un golpe de recuperación desde el rough, una sacada de bunker con la bola incrustada en un talud de dos metros, un slice a propósito para salvar un árbol que nos estorba, etcétera.

Con ello el aficionado se transporta a una posible situación de héroe por unos instantes, y esta posibilidad hace que se concentre y haga todos los esfuerzos posibles para tratar de hacer de cada golpe una obra magistral.

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