El mundo del deporte llora la muerte de Manolo Arias, el 'padre' del Veracruz

A mediodía de ayer se conocía la noticia del fallecimiento de Manolo Arias Ramos, presidente del Club Atlético Vera-Cruz. El domingo cumplía 60 años rodeado de sus hijos, María José, Raquel y Manuel, así como de su esposa, Merchi y su madre, Francisca.

Su fallecimiento ha causado gran conmoción en el mundo del deporte de Huelva, pues Manolo no sólo se destacó por su entrega en el voleibol, sino por ser una persona muy entregada al deporte. Hombre sencillo y muy cariñoso, su labor desinteresada al frente del Vera-Cruz durante casi 40 ha sido reconocida por muchos estamentos de nuestra ciudad. La Asociación Onubense de la Prensa Deportiva le ha reconocido durante todos estos años su valía como mejor entrenador, mejor presidente onubense y a los valores humanos.

Manolo Arias cogió las riendas de la presidencia del Vera-Cruz en 1975 hasta el día de ayer, viviendo los momentos más grandes del club y manteniendo el timón de la nave durante todos estos años hasta la actualidad y al que el club estará eternamente agradecido por su labor.

Manolo Arias comenzó en el deporte como jugador de baloncesto en el Colegio Hermanos Maristas, de Huelva. Tenía 12 años cuando ya disputó el campeonato de España de este deporte. En juvenil jugó también la fase de sector del campeonato Nacional. Al dejar el colegio y comenzar sus estudios académicos de Ingeniero Técnico Industrial en el Politécnico de la Rábida, ingresa en el equipo Juventud Nueva (Misericordia). Su actividad a favor del deporte le hace fundar el Club de San Salvador en la modalidad de baloncesto, que tuvo una corta vida de algo más de dos años, por lo que se vio obligado a cambiar de equipo y fichar por el Real Club Recreativo de Huelva de basket, en el que estuvo una temporada para ingresar más tarde en el Gil Martín jugando otra temporada más.

Los conocimientos adquiridos en esta etapa escolar le sirvieron a Manolo Arias para deambular por los diferentes equipos y, finalmente, recalar en el Club Atlético Vera-Cruz, en el que jugaría varios años hasta la temporada 76-77, en la que se crea la sección de voleibol, ascendiendo a Segunda División al finalizar la temporada 77-78.

Es elegido mejor jugador senior, desempeñando al mismo tiempo la labor de entrenador del equipo femenino, con el que ganaría varios torneos y ascendería de categoría. Posteriormente desarrollaría las funciones de 2º entrenador, con Pepe Tierra al frente del equipo de 1ª División; y obtiene el título de entrenador nacional, que le permitió dirigir al equipo durante cinco años en la liga FEVB. En su última etapa ha sido presidente hasta el día de ayer, aunque por diversas circunstancias esta temporada no ha podido entrenar a su equipo.

Manolo Arias se nos ha ido para siempre, pero en nuestro recuerdo siempre seguirá ese hombre desinteresado, cariñoso y entregado al deporte onubense y, como él siempre decía: "Los niños y niñas tienen que hacer deporte, porque así se libran de las malas tentaciones".

Manolo se ha marchado a otra cancha de voleibol, donde le esperan otros veracrucistas que se marcharon hace ya algunos años: Elvira Esteban, Juan Miguel González y Diego Lobato.