El deporte y el espíritu de superación, filosofías de vida

Edu Moya y Emilio Martín, dos luchadores natos, comparten sus experiencias en La Mirta Golf Las dificultades, claves para ser más fuertes

Los integrantes de La tertulia deportiva de 'Huelva Información' posan junto a los invitados sobre el césped del campo de golf de Bellavista.
Los integrantes de La tertulia deportiva de 'Huelva Información' posan junto a los invitados sobre el césped del campo de golf de Bellavista.

Dos deportistas natos como el campeón mundial Emilio Martín y el recreativista Edu Moya compartieron buena mesa y debate en La Tertulia Deportiva de Huelva Información, celebrada en el restaurante La Mirta Golf del campo de golf de Bellavista. Junto a ellos los integrantes de la redacción de deportes de este diario.

Dos carreras marcadas por la superación. Tanto Edu Moya como Emilio Martín tuvieron que superar en una fase de su vida deportiva un bache que los forjó, los hizo más fuertes y les curtió de cara al futuro. El duatleta tuvo que dar el salto desde el mediofondo para triunfar en una disciplina diferente y a la que debe los éxitos que vinieron luego. El futbolista nunca dejó de serlo, pero con 29 años se vio casi una temporada en blanco después de terminar en el Xerez. Fueron momentos duros de los que salió "mentalmente muy reforzado".

Tras dejar el fútbol español Edu Moya protagonizó un peculiar periplo por territorios tan dispares como Noruega o Bolivia. En tierras escandinavas "encajé muy pronto porque allí el concepto del fútbol que tienen es muy clásico. Te piden que seas físicamente fuerte, que vayas siempre al máximo y mucho sacrificio... '¡Energy, energy!' Me decía el entrenador. Al primer choque mandé a uno a la grada. Quizá por eso no evolucionan, porque siguen anclados en el fútbol de antes". Fue una época en la que "jugaba de pivote porque allí podía darle la pausa al juego que a ellos les falta".

Emilio Martín, encantado con la anécdota, recordó que "duatletas no hay, pero sí hay un triatleta noruego que está andando muy bien porque es un país con mucho tradición en los deportes de fondo".

Luego en Bolivia "tuve la oportunidad de jugar en el club más grande de La Paz y disputar la Copa Libertadores, que fue una experiencia muy bonita". Las peculiaridades del fútbol boliviano despertaron el interés de Emilio Martín. El duatleta quiso conocer los entresijos de la competición a más de 3.600 metros de altura en La Paz. El onubense cuenta con la experiencia de entrenarse en Sierra Nevada "a 2.300 metros y ayuda mucho en algunas disciplinas y en pruebas de explosivas más que en las de fondo". Edu Moya le explicó que en La Paz "cuando empiezas a calentar tienes que llegar hasta lo que ellos llaman el ahogo, que es el momento en el que rompes a sudar y es un dolor parecido al flato". A esa altitud "resulta imposible llegar al máximo físico porque te falta el oxígeno y por eso parece que el juego es más pausado, pero en realidad es que no se puede ir a mayor ritmo". Curiosamente, por el influjo de la gravedad "no se puede golpear de rosca el balón, sino que siempre que le pegas la pelota va recta y los porteros reaccionan más tarde". De ahí que en Bolivia "siempre se tira desde fuera del área en cuanto hay oportunidad".

Edu Moya se mostró admirado por la fortaleza mental de Emilio Martín "para entrenar un día tras otro solo, porque es algo durísimo". El duatleta onubense reconoció lo "difícil" que resulta "cuando hay días que sales y no vas bien o no te sientes cómodo y piensas en parar y volverte a casa, como en los últimos tiempos con las molestias y el cansancio generalizado que arrastro". Considerado siempre un portento físico en su disciplina, el lateral albiazul se llevó las manos a la cabeza cuando su contertulio le explicó que como calentamiento "hago seis kilómetros y un día normal de entrenamiento de carrera hago 15-16 kilómetros". "Nosotros no llegamos tanto nunca, aunque nuestro deporte tiene más arrancas, saltos, giros, movimientos explosivos...". Eso sí, "cuando estoy en el pueblo me gusta salir a correr con los amigos y este verano nos hicimos 21 kilómetros para probarme en una media maratón". Por ello tiene claro que "cuando acabe mi carrera futbolística tendré que seguir vinculado al deporte de alguna manera como entrenando a los más pequeños que es donde creo que más esfuerzos deberíamos. De momento he montado Ankay Bike, una tienda de bicicletas y productos relacionados en Fregenal de la Sierra". Emilio Martín no tiene tan claro su futuro. El duatleta asegura que "en las últimas temporadas cada año pienso que es el último porque cuando la acabas tienes que volver a empezar, a buscar apoyos y necesito una estabilidad con 33 años, que quizá con 25 no me planteaba, aunque sé que físicamente podría aguantar varios años más".

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