El dedo acusador señala a Pepe y Mourinho

El planteamiento ultraconservador del entrenador portugués y la violencia del futbolista provocan el rechazo generalizado

Alberto Bravo (Dpa) / Madrid

20 de enero 2012 - 05:02

No hubo que buscar demasiado para encontrar a las figuras del Real Madrid más damnificadas tras la última (y ya recurrente) derrota ante el Barcelona. El dedo acusador señala directamente a dos protagonistas: José Mourinho y Pepe.

Como suele suceder en los últimos años cada vez que hay un clásico, es tiempo para el Real Madrid de buscar culpables y de pedir explicaciones. El Barcelona ganó por 1-2 en la ida de los cuartos de la Copa del Rey y el conjunto blanco se hizo más "pequeño" que nunca.

Mourinho volvió a fracasar en su enésimo intento por derrotar al Barcelona de Guardiola en el Bernabéu, que acumula siete partidos seguidos sin ver un éxito de su equipo ante el gran rival, un récord en la historia del club.

Existía mucha curiosidad por ver cómo planteaba el encuentro Mourinho después de su dominio en la Liga. Y Mourinho realizó su enésima vuelta de tuerca y propuso el partido más defensivo posible, con el defensa Pepe como centrocampista, lo que le había dado resultado en la final de Copa del año pasado, única sonrisa blanca ante los azulgrana. Hasta Cristiano Ronaldo y Benzema actuaron en muchas fases como laterales.

Un dato es suficiente para ilustrar cómo jugó el Real Madrid ante el Barcelona: Higuaín, su jugador más adelantado, sólo tocó el balón siete veces. Por eso la prensa se llenó ayer mayoritariamente de reproches hacia Mourinho.

"El partido no podía acabar más que como acabó, con otra victoria del Barça, con otra desilusión del Bernabéu, que se quedó con la peor de las sensaciones: traición al juego, equipo duro, juego defensivo en el que aparecían rendijas, la evidencia de que por este camino tampoco...", opinó As. "Mourinho plantó las trincheras pero el Barça, sin su mejor versión, ganó de nuevo a un rival más rancio que nunca", agregó El País.

El técnico del Real Madrid, el mejor pagado del mundo, todavía no encontró la forma de doblegar a su némesis, el Barcelona de Guardiola. Lo ha intentado de muchas formas -menos intentar ganar la posesión del balón-, y casi siempre con rotundo fracaso.

De tal forma que muchos se preguntan si Mourinho es la persona que necesita el Real Madrid para acometer un cambio de ciclo en el fútbol, actualmente dominado por el Barcelona sin discusión. Nada más encajar la derrota, Mourinho ya sabía que iba a ser golpeado por su planteamiento: "La victoria tiene varios padres y la derrota sólo uno, que soy yo", declaró.

Pero se encuentra un segundo padre del fracaso. Se llama Pepe y es reincidente. Las imágenes de televisión mostraron dos sucesos que provocaron el rechazo general: el primero fue el teatro realizado ante el leve contacto con Cesc; y el segundo fue peor, cuando pisó intencionadamente la mano de Messi cuando éste estaba en el suelo.

La acción provocó reacciones en todo el mundo. Por ejemplo, el delantero del Manchester United Rooney escribió en Twitter: "Pepe, qué idiota". Y la prensa, tanto madrileña como catalana, cargó contra el portugués. "¡Pepe, fuera de fútbol!", pidió Mundo Deportivo.

Mientras, muchos comentaristas debaten si debe existir una sanción ejemplar para el jugador, que no es la primera vez que agrede a un rival. Y hasta se pide que sea el propio Real Madrid quien actúe.

En realidad, todo parece un déjà vu, con sucesos que recuerdan al partido de Liga de Campeones del pasado abril, que acabó con triunfo del Barcelona por 0-2 y con fuertes críticas al planteamiento defensivo de Mourinho y al juego duro de Pepe, entonces expulsado.

Da la impresión de que casi nada ha cambiado en un año. El dedo señala a Mourinho y a Pepe.

stats