La continuidad de Javi López como entrenador del Recreativo está en el aire. El técnico catalán podría incluso no llegar al duelo del próximo domingo frente al Levante en el Ciudad de Valencia. Su destitución está encima de la mesa como consecuencia de la última derrota cosechada en el Nuevo Colombino, unida al irregular caminar del equipo en la competición. El consejo de administración albiazul evitó pronunciarse al término del choque sobre este respecto, pero su presidente, Francisco Mendoza, fue rotundo cuando afirmó "a la afición hay que tenerla en cuenta", y añadió: "No vamos a tomar una decisión en caliente, sino que la vamos meditar en frío". Evidentemente hacía referencia a la destitución del preparador recreativista. Teniendo en cuenta que el estadio explotó durante el choque contra el Salamanca pidiendo la 'cabeza' de Javi López, el debate está claro.

Las próximas 48 horas van a ser determinantes en un sentido u otro. Según fuentes albiazules, es el plazo marcado para decantarse por uno u otro camino, ya que desde la entidad no se quiere prolongar la actual situación de crispación y agonía en la que se sostiene la figura del entrenador. Cuanto antes se tome una decisión menor será el daño que se le haga al equipo, cuya realidad está actualmente marcada por la permanente crispación.

De todos modos, aún en el caso de que el preparador supere este nuevo match ball su imagen se ha deteriorado mucho. Su crédito se ha reducido mucho y afrontaría el duelo del domingo en Valencia como otra final por su propia supervivencia en el banquillo recreativista. No es la mejor situación en ningún sentido para una plantilla que necesita tranquilidad y estabilidad.

Los problemas de Javi López no son nuevos. No son consecuencia del duelo contra el Salamanca, sino que el choque frente a los charros ejerció de detonador en un clima ya caldeado de por sí. Desde el comienzo del campeonato ha estado en un permanente examen crítico. Las exigencias de estar arriba desde el primer momento y hacerlo además jugando bien al fútbol han pesado demasiado en un equipo que en ningún momento ha cubierto las expectativas.

Su juego ha estado a la altura sólo en determinados momentos. Su irregularidad ha sido manifiesta. Salvo las dos primeras jornadas en las que se metió en la zona de arriba, luego ha merodeado siempre por la mitad de la tabla con más o menos distancia sobre la cabeza. Es cierto que en muchas fases se encontró con factores incontrolables como los arbitrajes en contra, pero con un tercio de la Liga disputada las conclusiones comienzan a pesar demasiado en contra del entrenador albiazul.

Las siete derrotas en catorce jornadas hablan a las claras de un conjunto con debilidades que lo alejan cada vez más de la zona de cabeza. No es capaz de mantener una línea constante. Tras un buen partido responde con otro tropiezo. No es la línea de quien aspira a pelear por el ascenso.

La posición límite actual no es la primera a la que se enfrenta Javi López desde que se hizo cargo del Decano. Ya superó otro test determinante por su continuidad contra la UD Las Palmas tras la derrota en Elche, tercera consecutiva después de caer en Cádiz y contra el Celta. Entonces superó el ultimátum del colectivo, aunque desde entonces su imagen quedó algo deteriorada. Incluso se dejaron ver entrenadores y rostros conocidos por el estadio, a la espera de un puesto libre. Alguno de ellos, siempre en las quinielas, como Víctor Espárrago, Francisco, Fernando Vázquez, Chaparro... etc. Volverán a saltar a la palestra. Incapaz de encauzar definitivamente el rumbo del equipo y de alcanzar la necesaria regularidad que permita seguir el ritmo de los de cabeza, ahora vuelve a estar en una posición límite.

La permanencia del entrenador recreativista en el banquillo del Nuevo Colombino está en manos del consejo de administración. Su continuidad está encima de la mesa, a la espera de una decisión definitiva que debería llegar en las próximas 48 horas.