Para cuadrar las cuentas
Recreativo · la contracrónica
El Recre se reencuentra con el triunfo lejos de su campo, algo que no conseguía desde el estreno de Zambrano en el banquillo · Los albiazules salen del descenso por primera vez en muchos meses
En España hay cuarenta y tantos millones de entrenadores, otros tantos futbolistas frustrados y no se cuantos matemáticos agoreros que hacen el agosto cuando se acerca el final de los campeonatos. Cuentas y más cuentas, cábalas tras cábalas para descifrar el número mágico que decanta dónde está la línea que separa el cielo del infierno. Unos puntos más o menos, una Liga más cara o más barata para que al final cada cual acabe donde se merece, porque en un torneo como el liguero, pocas veces sucede lo contrario.
Los números albiazules iban bien perfilados. Más o menos dentro de los márgenes prescritos para estar el 18 de mayo salvado o al menos luchando por ello con el Real Valladolid en el Nuevo Colombino. Eran las cuentas que se hacían por la avenida del Decano. En cambio, el empate frente al Athletic de Bilbao, y la forma en que se produjo, lo trastocó todo. Como si una capa de ceniza cayera sobre el feudo albiazul, todo quedó cubierto de un gris mortecino que se reflejó en el ambiente. Las cuentas ya no cuadraban. El triunfo frente a los vascos formaba parte del 'Plan Permanencia'. Se había producido un desfase contable. El objetivo pasaba por amarrar una serie de partidos en casa y ahora todo se tornaba mucho más complicado.
El calendario no ofrecía muchos huecos a los que aferrarse. Una vez creado el desfase de puntos con el empate inesperado en Huelva, sólo había una forma de enderezar el rumbo antes de que se torciera de forma casi definitiva. Había que ganar fuera... pero dónde. Pamplona, Zaragoza, Madrid o Almería eran las plazas. Con una victoria bastaba para estar de nuevo dentro de los cálculos y, de paso, recuperar anímicamente a los albiazules. Nada mejor que dar el golpe certero pronto, en el primer asalto, con tiempo para un segundo.
El Recreativo se repuso del varapalo casero con un triunfo en el Reyno de Navarra con plusvalía añadida. Para empezar mete de lleno en el fango a un equipo que se las prometía muy felices y que ahora ve como la oscuridad está más cerca de lo que pensaba. Su calendario no es ningún regalo precisamente. Ahora Osasuna pasa a engrosar la lista de acompañantes en la pelea. Un inquilino tardío de esos que sufren cuando se ven donde ya no contaban.
Con la visita del Barcelona en ciernes, habría sido muy duro caer en Pamplona y ver cómo la mayoría de los rivales se escapan en vísperas de un duelo como el que le espera dentro de unos días.
Y para rematar la faena... por fin sale de los puestos de descenso. Lo hace por primera vez en la era Zambrano. Casi nada en una noche
Los albiazulez celebraron con enorme entusiasmo el gol anotado por Sinama Pongolle. Valió un triunfo necesario para un Recreativo necesitado de puntos. Los onubenses, con esa victoria y con la derrota ayer del Zaragoza, salen de los puestos de descenso.
1 Comentario