Una corona brillantísima
El Valencia apabulla al Unics y gana el título con Doellman como faro
El Valencia Básket ganó con una autoridad aplastante la Eurocup tras imponerse a domicilio al Unics Kazán por 73-85, un rival al que desarboló en los dos partidos de la final, siendo la aportación estelar de Justin Doellman un factor clave para la suerte del título.
El conjunto español defendía en Rusia una renta de 13 puntos, pero en ningún momento especuló con su ventaja. Maniató con una gran defensa a su rival en el primer periodo y de la mano de un inspirado Doellman (26 puntos) dio el golpe de gracia al Unics en el segundo para ganar el tercer título europeo de su historia y lograr el billete para la próxima edición de la Euroliga. Si el arranque de la ida fue un festival ofensivo del equipo de Perasovic, en el de vuelta realizó una nueva exhibición, pero en esta ocasión defensiva. Con una gran intensidad atrás, los valencianos desquiciaron al Unics, que sólo logró una canasta en juego en los primeros 10 minutos y vio cómo su anotación se limitaba a 4 puntos.
A pesar de que Dubljevic tuvo muchos problemas en la pintura para atacar a Vougioukas, la paciencia en ataque y la gran defensa de Van Rossom sobre Goudelock permitió a los españoles acabar el primer cuarto 12 arriba, casi la misma renta que obtuvieron en la ida y que elevaba a 25 la ventaja en el global de la final.
Si el golpe había sido duro para el Unics en el primer cuarto, el Valencia lo mandó a la lona en el inicio del segundo con cuatro triples consecutivos, dos de Aguilar y dos de Rafa Martínez, que situaban a los visitantes con una máxima diferencia de 19 puntos (10-29, m.14). Andrea Trinchieri, técnico del Unics, intentaba alentar a los suyos para que desde la defensa entraran en el partido. La tercera falta de Van Rossom permitió además a Goudelock aparecer en el duelo y los rusos, con un parcial de 9-2, redujeron la renta a 11 (23-34). Despertó el pabellón de Kazán pero cualquier atisbo de reacción la cortó Doellman, con cinco puntos consecutivos, que permitió al Valencia retirarse a los vestuarios con 25-39.
El desarrollo del tercer cuarto se antojaba definitivo para la suerte del partido y de la final. Así lo entendió Doellman (MVP de la final con 34,5 puntos de valoración entre los dos choques), quien se echó el equipo a las espaldas, bien secundado por Sato.
El estadounidense, con una actuación descomunal, se bastó él solo para desarbolar la defensa del Unics, lo que neutralizó el intercambio de canastas que propuso el equipo ruso como última baza para cambiar el guión de un partido y una final que definitivamente se teñía de naranja (43-64, m.28). Pese a la reacción del Unics al final del último cuarto, los rusos estaban obligados a enjugar un total de 27 puntos en 10 minutos para aspirar al título, una quimera visto lo visto.
El conjunto local buscó sin éxito al menos ganar el partido, pero el Valencia Básket no estaba para concesiones, quería ganar a lo grande y rubricó con letras de oro su participación en la Eurocup.
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