fútbol segunda división andaluza

Un ascenso histórico para el Rubias

  • El cuadro rubiato se proclama campeón del grupo I en la última jornada

  • Su entrenador, Antonio Barranco, destaca la unión del grupo y no tiene decidida su continuidad en el equipo

El CD Rubias ha hecho historia proclamándose campeón del grupo I de Segunda Andaluza y logrando el ascenso a la Primera División Andaluza (antigua Regional Preferente). El cuadro rubiato finalizó la temporada con 17 victorias, 3 empates y 4 derrotas, con 44 goles a favor y 27 en contra. En su feudo del polideportivo Pedro González Díaz tuvo un seguro de vida, con 9 partidos ganados, 2 empatados y sólo una derrota. Logró el salto de categoría en la última jornada tras empatar en Beas (2-2), sumando un punto más que el Zalamea.

Antonio Barranco, entrenador del CD Rubias, asegura que "la temporada ha sido sobresaliente; es un trabajo que viene del año pasado y ahora hemos recogido los frutos. Este año ha cambiado la directiva y han llegado refuerzos; el objetivo inicial era hacer una buena primera vuelta y llegar a la segunda con opciones de meternos en la liguilla de ascenso; pero desde la jornada 3 estuvimos primeros y al final le hemos puesto la guinda".

La clave ha estado " en la unión de directivos, jugadores, entrenador, aficionados... hemos ido todos a una y hemos acabado felices, haciendo muchos amigos, que es lo más importante".

Barranco destaca que "somos un equipo compacto tanto en defensa como en ataque; el año pasado quizás tocábamos un poco más el balón y éste apostamos por ser más directos. Hemos tenido al pichichi (Francisco Javier Rivero, autor de 18 goles) y jugamos para que le llegaran balones. El año pasado nos perjudicaron mucho las lesiones, y esta temporada nos han respetado más y el grupo se ha quedado más compacto".

Como aspectos a mejorar, el técnico destaca que "algunos habrá, aunque ahora sólo pienso en positivo. Quizás el juego a balón parado y no poder entrenar juntos todo lo que quisiéramos, pero físicamente el equipo ha estado bien y los chavales son humildes, no hay ningún 'figura'".

En la plantilla "predomina la juventud, sólo tenemos cuatro o cinco veteranos; además he contado con varios chavales que entrené durante varios años en mi pueblo, Herrerías, con lo que ya había una base importante, los conocía de años atrás".

No sabe si el club hará efectivo el salto de categoría: "Es algo que deben decidir el presidente y la directiva". Lo que sí tiene claro es que si el Rubias finalmente asciende y quiere mantenerse "debe reforzar la plantilla, porque si no la categoría se hace muy dura; por la zona hay jugadores con nivel suficiente para estar en la Primera Andaluza".

Tampoco tiene decidido su futuro: "Ahora quiero tomarme un mes de vacaciones y luego escuchar ofertas. Sé que este año volverá el fútbol a mi casa, a Herrerías y trabajo allí, en el área de Deportes de Puebla de Guzmán. Lo primero que haré será hablar con la directiva del Rubias, que ha sido mi club estos dos últimos años; soy un entrenador que no se mueve por dinero, me mueven los objetivos, los proyectos, hacer amigos...".

En Cabezas Rubias está a gusto y además el equipo ha ido en línea ascendente: "No me arrepiento de haber venido, es mi segunda casa. Es la primera vez que logramos un ascenso a Primera Andaluza (Regional Preferente), somos un pueblo de 800 habitantes y en todos los partidos hay 200 o 300 personas en las gradas, la afición está muy unida con el equipo; cuando logramos el ascenso estaban esperándonos, emocionados... una experiencia preciosa", concluye Antonio Barranco, que le dedica este éxito a su abuelo, fallecido el año pasado, y se define como una persona vitalista: "Gane o pierda siempre intento mantener la sonrisa".

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