Michael Woods (EF), una ex promesa del atletismo mundial especialista de 1.500 metros, logró estrenar su palmarés por todo lo alto en la decimoséptima etapa de la Vuelta a España, disputada entre Guecho y el Monte Oiz a lo largo de 157 kilómetros, en la que Alejandro Valverde (Movistar) recortó ocho segundos al líder, Simon Yates (Scott) y Enric Mas (Quick Step) se colocó tercero en la general.

Se anima la Vuelta día a día. Las lágrimas de emoción en la cumbre del Mirador de Vizcaya, a 1.000 metros de altitud, las puso Woods, el más fuerte de la escapada buena del día, quien atacó dentro del último kilómetro para levantar los brazos por primera vez en su corta carrera profesional.

En medio de la espesa niebla apareció Woods como primer héroe en la cima del Monte Oiz, con cinco segundos de adelanto sobre Dylan Teuns (BMC) y diez respecto a David de la Cruz (Sky). Por detrás iban entrando los componentes de la fuga con cuentagotas, hasta que se presentaron los nobles de la carrera. Entre todos Valverde y Mas como los más poderosos a 2.40 minutos.

A partir de ese registro llegó Yates a ocho segundos, luego Miguel Ángel López (Astana) a diez y, como grandes perjudicados de la etapa, Steven Kruijswijk (Lotto Jumbo) y Nairo Quintana (Movistar), a 1.04 minutos.

El duelo se aclara. Yates y Valverde, separados por 25 segundos se la van a jugar en las etapas de Andorra, y Mas se apunta al podio y tal vez a algo más.

La etapa vizcaína que empezó en Guecho con sol y terminó en el Monte Oiz entre nubes tenía seis puertos y un recorrido pensado para una gran jornada de ciclismo. Una escapada de 26 hombres llegó a buen puerto, al de la montaña que alberga el Mirador de Vizcaya.

Entre los fugados hombres de calado, como Nibali, Majka, Woods, Fraile, Castroviejo o Mollema. El pelotón no se volvió loco en la caza y enseguida la diferencia rebasó los ocho minutos.

Entre los aventureros el habitual Thomas de Gendt (Lotto Soudal), cuyo objetivo es arrebatar el maillot de la montaña a Luis Ángel Maté (Cofidis), lo que logró al puntuar en cabeza por los pasos de La Arboleda (Tercera Categoría), San Juan de Gaztelugatxe (Tercera) y primer paso por el Balcón de Vizcaya (Segunda).

En el siguiente puerto, el Alto de Santa Eufemia (Tercera Categoría) se movió la carrera en la zona de escapados y de favoritos. Empezaron los ataques por la victoria y por la estrategia de la general. Todo quedaba por resolver en el ascenso de 7,3 kilómetros al Monte Oiz, con inéditas rampas de hasta el 24% que habían metido el miedo en el cuerpo a más de uno.

Por delante, Fraile se dejó el alma en medio del fervor de sus paisanos, pero tiró la toalla desfondado. Lo intentó Teuns de lejos, De la Cruz soltó el órdago sin suerte, hasta que Woods, dentro del último kilómetro, salió disparado hacia la gloria.

En la cima del Monte Oiz, donde dicen que se divisa el infinito, la Vuelta salió con el interés del duelo Yates-Valverde y una revelación que no para de crecer y va a más. Precisamente Enric Mas, dispuesto a poner el acento a su apellido.