Ciclismo | Vuelta a España

Fiesta por todo lo alto en Aracena con la salida de la 17ª etapa de la Vuelta a España

El pelotón de la Vuelta Ciclista a España, en la salida neutralizada por Aracena.

El pelotón de la Vuelta Ciclista a España, en la salida neutralizada por Aracena. / Alberto Domínguez

Aracena ha disfrutado de un día para la historia, de esos que quedan en la memoria. La salida de la 17ª etapa de un evento de primer nivel como la Vuelta Ciclista a España ha convertido a la localidad serrana en un hervidero de ciclistas, organización, espectadores, coches…

La apuesta por lleva la ronda española a Aracena ha sido un éxito, tanto por la repercusión económica (con los hoteles y restaurantes como principales beneficiarios) como por la proyección que conlleva de la propia localidad y de la Sierra, con imágenes espectaculares gracias a la cobertura en tierra y al helicóptero de la organización, con la onubense Laura Sánchez como embajadora de Aracena mostrando todo lo bueno de la zona.

Aracena multiplicó su población gracias a la salida de la Vuelta; a sus aproximadamente 8.200 habitantes se han sumado los casi 3.000 integrantes de la caravana (ciclistas, equipos, organización, seguridad, servicio médico, medios de comunicación…) y los numerosos aficionados (de Huelva, de otras provincias e incluso de Portugal) que no se quisieron perder el acontecimiento y presenciaron la salida en directo. La zona de control de firmas, por la que pasaron todos los ciclistas, estuvo abarrotada de público.

Las calles de Aracena se han llenado de vida, con las terrazas de los bares y los restaurante abarrotados, tanto en la jornada del martes como en la mañana del miércoles. Manolo García, del restaurante Montecruz, asegura que "ha sido todo un acierto traer la Vuelta a Aracena; desde el martes por la mañana se notó la llegada de la caravana; nosotros hemos estado llenos tanto ayer como hoy miércoles. Y lo mejor, poder pasear por el centro de la ciudad sin coches, sin estrés".

El público respondió haciendo que la jornada fuese una fiesta. El público respondió haciendo que la jornada fuese una fiesta.

El público respondió haciendo que la jornada fuese una fiesta. / Alberto Domínguez

Los ciclistas llegaron el mismo miércoles a Aracena, pero la noche antes lo hizo la caravana y todo el despliegue que conlleva (coches de equipos, camiones, ambulancias, fuerzas de seguridad y toda la infraestructura que supone montar una salida de etapa). Y una vez que la carrera se pone en marcha, prácticamente todo desaparece, la localidad recupera la normalidad y muchas personas aprovechan para conocer un poco más la Sierra, almorzar y apurar el día (el jueves es festivo en la capital onubense).

Fueron sólo unas horas (apenas un día y medio), muy intensas, y el espectáculo, en todos los sentidos, mereció la pena. Hacía 25 años que Huelva no era protagonista de La Vuelta (la capital fue meta el 8 de septiembre de 1997) y sólo queda esperar que no tengan que pasar otros 25 años para disfrutar con el espectáculo de la ‘serpiente multicolor’ y todo lo que conlleva.

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