Viaje para el recuerdo

A quien madruga... El Recre se aplicó como nunca el refrán. Buscaba su ayuda en Roma, cumplió su parte. A las 5:15 en el párking del Nuevo Colombino latía con fuerza. El autobús de los jugadores, el que cada semana lleva y trae a los futbolistas del Decano esperaba para un viaje diferente, especial y emotivo como pocos. Una expedición compuesta por aficionados, dirigentes y medios de comunicación partía desde el corazón recreativista con destino a Madrid, primera parada de la peregrinación albiazul a El Vaticano.

La comodidad del autocar, especialmente habilitado para desplazamientos largos del Decano, y la carga de sueño hicieron que la primera mitad del trayecto fuese plácido y silencioso. La primera parada ya en la provincia de Badajoz rompió el descanso. Un desayuno, primeras anécdotas y media hora de descanso antes de proseguir el camino. Porque eso fue el viaje en suma: una peregrinación recreativista con destino a Roma.

A las puertas de Madrid tomó protagonismo el capellán del Recre, Antonio Bueno. El octogenario sacerdote demostró lucidez y vitalidad. Ilusionado como un niño disfrutó de un viaje muy especial. Tomó el micrófono y desde el primer asiento del autobús dedicó unas palabras a todos los peregrinos. Recordó el sentido y el significado, así como el valor que implicaba representar al Recre en una jornada tan especial ante el Papa. El capellán albiazul dirigió una oración colectiva.

La delegación onubense, compuesta por 50 personas, se dividió en dos. El primer grupo hizo los 600 kilómetros que separan Huelva del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas en el autocar. El resto, con el presidente Pablo Comas a la cabeza, se integró a la expedición ya en tierras madrileñas. Allí se incorporaron también el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, y el concejal de Depotes, Manuel Remesal. Rodríguez centró la anécdota de la partida. El alcalde olvidó las restricciones de seguridad de los vuelos y al pasar el control saltaron las alarmas. Tras tener que abrir su maleta, la seguridad del aeropuerto le retiró un voluminoso bote de laca de su maleta. Más sorprendente fue la tardanza del director deportivo Fernando Iturbe. Apareció sobre la bocina para tomar el avión, cuando más de un compañero de viaje lo daba por perdido.

El vuelo se desarrolló con absoluta normalidad, llegando la delegación recreativista a Roma-Fiumicino con unos minutos de adelanto sobre el horario previsto. Allí lo esperaba su cicerone en tierras italianas. El sacerdote onubense Isaac Moreno, recién aterrizado procedente de Turquía, donde asistía a un curso, recibió al grupo y lo acompañó hasta el hotel donde quedó alojado. A las 20:30, capellán y cicerone oficiaron una misa en el Pontificio Colegio Español de Roma, preludio de la audiencia con el Papa Francisco de hoy.

El cansancio hizo mella. A pesar de la emoción y la ilusión que acompañaron a todos los expedicionarios recreativistas, la jornada no fue más allá de la cena. Es mucho lo que espera esta mañana en la Plaza de San Pedro. El Recre hará hoy historia.