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El Utrera se traga al Cartaya en una primera parte carente de actitud y mal diseñada en la pizarra

  • El gol de Novoa concedió esperanzas y los locales las tuvieron para empatar

  • Reforzado el centro del campo, el segundo periodo fue netamente de los rojinegros

Lolo golpea el esférico en el encuentro disputado hoy en el Luis Rodríguez Salvador.

Lolo golpea el esférico en el encuentro disputado hoy en el Luis Rodríguez Salvador. / Rafa del Barrio (Cartaya)

A estas horas aún perduran las preguntas en el ambiente tras el 1-2 del Cartaya ante el Utrera. Es cierto que los caminos del fútbol sin inescrutables, que casi nunca se cumple lo que sueñas, lo que planteas en una pizarra, porque se trata, como saben de un juego y ahí entran millones de factores que cambian el sino de una cita de un instante para otro. Pero consumido el partido y analizado en toda su extensión, no cuadran varias cosas que seguramente, y digo, seguramente, hubiera cambiado el resultado final del mismo.

Primero, no se entendió la actitud del Cartaya en el inicio. Blando, mantequilla atrás, sin sangre en las venas y eso que enfrente estaba uno de los gallos, que antes que te percates te pica y te deja grogui. Al minuto de partido ya caminaban por delante. Un balón que dejó a mitad de camino la pobladísima defensa del Cartaya, la agarró Rubén, soltó un zurdazo y la estrelló en la escuadra, con el balón botando dentro. Lo vio todo el mundo y el primero el asistente, que corrió como alma que lleva el diablo hacia el centro del campo

El gol y la gélida temperatura dejaron al Cartaya en el suelo. Pero lo peor estaba por venir. A los siete de juego, Trabazo, un centrocampista toda, halló el agujero de la capa de ozono en la defensa local y marcó el segundo como el que sale a dar una vuelta al perro. Sin alterarse, sonriendo. Fue, en definitiva, la carta de presentación de un equipo que en la primera mitad pudo dejar el duelo visto para sentencia, porque al margen de los dos goles, tuvo ocasiones para aumentar el marcador y no lo hizo gracias a Parra, un portero que ha desplazado de la titularidad a Adrián y que está cumpliendo francamente bien. De hecho, fue uno de los mejores del partido. Así acabó la primera mitad, entre la sensación de que pudo haber sido peor y que el entrenador local, equivocó el camino de la disposición de los jugadores en el campo, incluido el sistema. Porque a los 36 de juego, quitó a Víctor Sánchez, un central, y metió a un centrocampista, Miguel Fernández. Luego hay que deducir que el planteamiento inicial no le convencía, ni a él ni a nadie. Víctor se retiró bajo evidentes síntomas de cabreo sin percepción de que estuviese lesionado. En fin.

La segunda parte fue otra historia. Entre que el Utrera se sintió superior y que el Cartaya reforzó el centro del campo, el conjunto sevillano ya no campaba a sus anchas. Es más, todo lo que ocurrió en la segunda mitad llevó la firma del equipo rojinegro. La apuesta, la ocupación de los espacios, la posesión y las llegadas. Tres ocasiones claras le contabilizamos al Cartaya en la reanudación, dos para Wocjik y una para José Díaz. La segunda del polaco fue increíble que la sacase el portero. Remate a bocajarro y paradón de Luque.

A ese tiempo de partido el Utrera estaba mutis por el foro y el Cartaya se montaba a lomos de la épica, y más cuando a los 77 de juego, Novoa acortó distancias con un gol soberbio de golpe franco directo. El lateral, que tiene un guante en el pie izquierdo, la enchufó por la escuadra.

Como pueden suponer, con el tiempo que restaba por delante, el Cartaya creyó, mientras que el Utrera se afanaba, desde el banquillo y con los cambios, en buscar soluciones a su apagón generalizado. Y lo consiguió. De hecho, en el tramo final gozó de otras dos ocasiones que salvó, sobre todo una de ellas, Parra, felino en la fría mañana.

Fueron dos partidos en uno y cada uno con sus connotaciones. El primero para el Utrera, el segundo para el Cartaya. Y dentro de esas dos versiones, queda claro que no se puede hacer tantas concesiones a un adversario tan cualificado. Otra lectura, por sacar lo positivo dentro de la derrota, es que el Cartaya debe fijarse en la segunda mitad por aquello de buscar esperanzas para el futuro.

El Utrera era favorito y lo demostró. Decíamos en la previa que para sacar algo positivo y competir el partido, el Cartaya debía alinearse con su mejor versión. Pero no ocurrió durante buena parte del choque y de ahí el resultado. La falta de gol, la caraja inicial y la ventaja táctica fueron demasiado para los rojinegros, que ahora viajan a Ceuta y recibirán al Ciudad de Lucena para cerrar el año y la primera vuelta. De momento no cuadran los números para salvarse. Lo mejor es que queda tiempo. Pero no puede volver a repetir la primera parte de ayer. 

FICHA TÉCNICA

Cartaya: Parra, Manuel, Víctor Sánchez (Miguel Fernández), Francis Ruiz, Joao Lobo (Carlos Martínez), Novoa, Cerpa, José Díaz (Miguelito), Marcos (Lagos), Lolo Contreras (Pepe Cárdenas), Adrián Wojcik.

Utrera: Luque, Sergio (Diego), Cachana, Reina, Trabazo, Rubén, Moro, Chapi, Carlos (Plusco), KiKi (Ranchero).

Goles: 0 – 1 min.1 Rubén; 0 – 2 min.7 Trabazo; 1 – 2 min.77 Novoa,

Árbitro: Medina Blanco del colegio cordobés. Mostró cartulina amarilla por los locales a José Díaz, Adrián Wojcik, Francis Ruíz y Manuel. Y por los visitantes a Reina, Chapi y Ranchero. Expulsó con roja directa a Lobato, entrenador de porteros del Cartaya.

Incidencia: Nuevo Luis Rodríguez Salvador. Unos 300 espectadores.

 

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