Toda una leyenda del boxeo

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Antonio J. Sanabria recorre en un libro la vida del onubense Paco Méndez

Imagen sacada del libro de un combate de Méndez, con la torre de la iglesia de la Concepción vista desde el ring. / Alberto Domínguez
Manuel S. N. Huelva

09 de noviembre 2016 - 02:04

Antonio J. Sanabria Girón ha rescatado la figura de Paco Rodríguez Méndez (Huelva el 8 de diciembre de 1937), con un libro dedicado al que fuera un icono del boxeo onubense, en el que ha recopilado numerosos testimonios y vivencias. Después de tres años de documentación sacó a la luz el libro, "que no está a la venta; el que lo quiera tendrá que ponerse en contacto conmigo". "En cada época de Huelva ha surgido un héroe y Paco Méndez lo fue en su tiempo", añade. Méndez llegó a ser campeón de España amateur, subcampeón nacional absoluto y estuvo seleccionado para los Juegos Olímpicos de 1960.

Méndez entró en el mundo del boxeo de la mano de Portillo, su primer entrenador. Debutó en Sevilla cuando aún no había cumplido los 15 años y de rebote. El púgil onubense que tenía que pelear es rechazado por los árbitros por exceso de peso y Portillo le ofrece la oportunidad de salir al ring, donde ganó Méndez por KO.

En Huelva debutó en el Central Cinema, cine de verano en la calle Méndez Núñez, detrás de la iglesia de la Concepción, también con victoria, en este caso a los puntos.

Poco a poco se va haciendo un nombre y gana prestigio en el difícil mundo del boxeo, con llenos en recintos como la Plaza de las Monjas de Huelva. Sale a competir por la provincia, por Sevilla, Cádiz, Madrid y Lisboa, y ganó la mayoría de los combates.

Sufrió incluso un intento de atropello por parte de un grupo de personas a las que había propinado una paliza días antes durante una discusión. Ese incidente, unido a una vida con poco control y a que ya estaba empezando a perder combates, fue el detonante para que rompiera con Portillo, algo que le afectó mucho. Colgó los guantes y estuvo año y medio alejado de los cuadriláteros. Sin decir nada a nadie se marchó al País Vasco y recuperó su amor por este deporte. La Federación de Boxeo de Huelva, presidida por José Luis Martín Berrocal, le firmó un contrato por seis meses y su nuevo preparador fue León del Pino.

Compitió en el Palacio de Deportes de Madrid, en una velada en la que por primera vez Matías Prats radió un combate.

Luchó por el Campeonato de España de los pesos welter ante el canario Cesáreo Barrera, que logró retener el título a los puntos. Fue su último combate, y lo dejó porque tuvo la sensación de que su entrenador apostó a conciencia por una táctica que no le convenía.

Una vez retirado se dedica a entrenar a boxeadores, una trayectoria en la que sus pupilos lograron títulos nacionales e internacionales.

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