Título blanco o respuesta azulgrana

El Real Madrid tiene que olvidar el éxito que supuso ganar al Barcelona por 26 puntos de diferencia el lunes (85-59), colocándose con 2-1 a favor en la final, si quiere sentenciar en casa (22:00, TVE 1) en el primer match ball y alcanzar el título que se le ha resistido las últimas cuatro temporadas. El embriagador perfume de la victoria puede ser letal para un conjunto, el de Pablo Laso, que ha ido creciendo en la serie, solucionando los problemas que le planteaba el rival y aportando un rendimiento sólido de todos los jugadores.

El Barcelona ganó con fortuna el primer choque, perdió el segundo en el Palau y fue barrido literalmente en el Palacio de Deportes en el tercero, pero sigue siendo un equipo campeón que puede sacar su orgullo en cualquier momento.

Todo el mundo espera un Barça mejor hoy, un Barça que se asemeje al del resto de la fase regular cuando fue la mejor defensa del campeonato (65 puntos encajados por partido) y que en estas eliminatorias por el título el mejor ataque le ha metido 80 puntos por encuentro. Huertas, Vázquez, Ndong y Eidson acabaron el partido con valoración negativa. Lo mismo que Sada, Wallace, Rabaseda y Eidson, en el segundo, y Huertas, Wallace e Ingles en el primer choque de la final. Demasiados jugadores desconectados deambulando por la pista en una finalísima contra el eterno rival. La trayectoria tampoco está a favor de los catalanes, que ya han fallado demasiado en los momentos cruciales de la temporada perdiendo la Copa de Rey en el Palau sant Jordi y la semifinal de la Final Four de la Euroliga.

Además de lo estrictamente baloncestístico, el Real Madrid parece muy superior en lo físico, sobre todo en la lucha bajo los aros, en la que la lesión de Ndong está pasando factura al plantel de Xavi Pascual y dejado demasiado solo a un Lorbek que también parece acusar el cansancio. Navarro tampoco está en su mejor momento y Carroll ha recuperado la confianza anotadora.

Laso, además, ha sabido mover su banquillo. A lo largo de la temporada y especialmente desde que comenzó la lucha por el título, consiguiendo aportaciones positivos de todos sus jugadores y que todos se sientan importantes. Algo fundamental a la hora de la verdad. El Real Madrid tiene un match ball a favor en casa y sabe que un quinto partido en el Palau sería una empresa mucho más complicada de conseguir.