El grupo 1 de la Segunda Andaluza onubense no tiene dueño. Y de eso no tiene culpa el maldito virus; sí, de paralizar la competición en lo más trepidante. Cinco equipos con opciones reales de alcanzar el liderato y, con él, el ascenso directo; y otros nueve conjuntos con deseos matemáticos de jugar las eliminatorias por la segunda plaza.

Hasta este momento, el Tharsis es la referencia. Un líder sólido en casa, con tan sólo una derrota en lo que iba de campeonato. Fuera de su estadio, el camino ha sido bastante tortuoso, sumando dos empates y cuatro tropiezos. Una racha de cinco encuentros consecutivos de victorias le ha permitido llegar al parón como primer clasificado.

“Sí, pero si le ganamos en la penúltima jornada, somos campeones”, dirá el Atlético Cruceño. El equipo de Villanueva de las Cruces es segundo, a dos puntos del líder, tiene el goal average a favor y esa penúltima final se disputa en su feudo. ¿Qué más se puede pedir? La campaña de los de Eloy Vaz también está siendo excelsa con un arranque de 10 jornadas seguidas sin hincar las rodillas.

Que nadie subestime las opciones del Repilado. Su situación se divisa a cuatro puntos del ascenso directo, aunque su candidatura es incierta. Tiene el tanteo perdido con el Tharsis y el último encuentro de liga le medirá al Cruceño. El conjunto serrano espera para entonces haber olvidado la crisis de resultados, previa al parón. Único lunar de una temporada mágica, en la que también ha llegado a encadenar 10 duelos sin perder.

Con los mismos puntos le acompaña el Zarza, aunque con un partido más que sus grandes rivales. La suya es una de las defensas más férreas de la competición y su rendimiento es similar en El Cerro que a domicilio. La cara, tiene ganado el choque particular con el Tharsis; y la cruz, lo tiene perdido con el Cruceño. Gran final de temporada, con dos derrotas en las últimas 11 fechas.

Cierra el grupo del play off el Cortegana, confusamente lejos del primer lugar. Le ha lastrado su comienzo de liga, con cinco traspiés en los primeros siete compromisos. Su línea trasera también es un fortín y ha llegado en buen estado a la crisis sanitaria, pero su objetivo real no deberían ser otros que conservar el quinto puesto o escalar para lograr el factor campo en unos hipotéticos cruces.

El grupo perseguidor lo conforman cinco plantillas: Trigueros, Rosal, Herrerías, Rubias y Beas, a tres, cuatro, seis y nueve puntos de los serranos. El mejor posicionado, al estar más cerca y tener un partido menos que el resto (19) es el conjunto de la Campiña. Los triguereños lideran este capítulo de la clasificación. Lo clausuran los beasinos, con expectativas matemáticas, pero coyunturas irreales.

Santa Olalla, Nerva y San Bartolomé viven este final de temporada sin ningún tipo de perspectiva. La gran decepción es la del conjunto nervense, que ha pasado de disputar el ascenso a pisar el fango en cuestión de meses. Los bartolinos, por su parte, son el equipo con menos triunfos (2) y menos goles (20).

En las estadísticas, también aparecen el Cruceño, como la escuadra más anotadora con 41 goles; el Zarza y el Cortegana, como los menos goleados (20 tantos); y el Beas, como el conjunto más sometido con 51 perforaciones. La tabla del pichichi la lidera José Borrero, del equipo zarceño con 15 goles (4 de penalti).