Sube la tensión entre Alonso y McLaren
La tensión entre Fernando Alonso y McLaren escaló varios peldaños en el Gran Premio de Japón, precisamente la casa de Honda, el origen del problema. "Vergonzoso, muy vergonzoso", dijo el español por radio en plena carrera, incapaz de poder contener los ataques de los rivales. "Motor de GP2, motor de GP2", gritó.
Alonso descargó así la frustración de una temporada para olvidar: seis abandonos, 11 puntos y muchos fallos mecánicos. Hace tiempo que tanto el español como su equipo piensan en 2016.
El jefe de McLaren, Ron Dennis, no dudó en responder con tono severo a las críticas de su piloto: "No son muy constructivas cuando estás intentando crear una relación fuerte. Lo puedo entender, no es algo de una carrera. ¿Lo justifico? No. ¿Me voy a enfadar? No. Voy a manejarlo a mi manera y mi manera no es hacerlo en público".
El 19 de enero en Woking, en la presentación del nuevo McLaren-Honda, todo eran sonrisas. "Estamos listos para la nueva era", proclamó aquel día Alonso. Pero el tiempo le ha quitado la razón. La pretemporada fue desastrosa para el equipo y para Alonso, que sufrió un fuerte accidente y se perdió el primer gran premio por precaución. Mejoró algo el ritmo del coche a medida que avanzaba el campeonato, pero eso no bastó para estar en la lucha por los puntos de forma regular.
"Tenemos que mejorar y todo el mundo está haciendo lo posible", dijo Alonso después de la carrera, cuando, algo más relajado, suavizó el tono. "Cuando me ve, la gente de Honda me dice: 'Perdón, estamos haciendo todo lo que podemos, ten paciencia'. El apoyo sigue siendo el mismo", añadió.
Su compañero de equipo, Jenson Button, justificó las críticas del español: "Es duro para nosotros porque estamos acostumbrados a pelear. Ahora somos como un guerrero samurái sin espada".
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