Sastre y Alpe d'Huez: "Fui a por la etapa"
Carlos Sastre se convirtió el 23 de julio de 2008 en el séptimo español ganador del Tour de Francia, una gesta que tuvo como embrión un lugar mítico: el Alpe d'Huez, donde el ciclista afincado en Ávila se rebeló contra el desconcierto que reinaba en el CSC de Bjarne Riis y los intereses contrapuestos de los hermanos Schleck. Aquella decisión le permitió a Míster Top Ten alcanzar la gloria en París. Cinco años después de aquella gesta el Tour vuelve al Alpe d'Huez y Sastre no duda en recordar su machada.
"Sabía que si quería ganar el Tour era mi última oportunidad, la que llevaba mucho tiempo esperando, era el día ideal para abrir diferencias y me dejé la vida en ello", asegura el español sobre su día clave, resaltando las dificultades añadidas: "Cuando ataqué desde abajo, a 15 kilómetros de meta hubo desconcierto, no se lo creían. Sabía que era mi día, pero aposté por todo. Subiendo me dolía todo, pero pensé que no me podía ir a casa sin haberlo intentado por lo menos. Fui cogiendo tiempo en solitario y me centré en sufrir, sin pensar en más. Quería ganar una etapa que te da nombre y prestigio". Y así comenzó su conquista del Tour cuando nadie apostaba por él.
Las cosas no fueron sencillas camino de París en los días siguientes: "Me criticaban todo dentro y fuera del equipo, hasta las siestas que me echaba, y que me quedara dormido en el coche, ajeno a la tensión del momento. Sólo estaba cargando las pilas, pero algunos pensaron que pasaba de todo. También decían que no me preocupaba de ir a ver el recorrido de la contrarreloj. Antes de la etapa me eché una siesta de una hora, y cuando me desperté tuve un subidón tremendo, y es cuando supe que estaba listo para defender el liderato". Turno para que otro valiente se atreva hoy a desafiar al líder desde distancias lejanas.
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