Y para la temporada 22/23, qué? Ha pasado ya una semana desde que el San Roque vio cómo se esfumaba de una forma bastante extraña su sueño de entrar en el play-off de ascenso a Primera RFEF. Los dos goles del Coria en la prolongación de su partido ante el Mensajero le impidieron al equipo lepero culminar una gran temporada con la disputa de la fase de ascenso, pero ahora, con los ánimos más calmados y con la convicción de que los recursos y protestas ante los estamentos federativos acabarán en nada, es momento de valorar la gran campaña realizada, pero también de hacerse preguntas sobre el futuro.

¿Otra vez tendrá la dirección deportiva aurinegra que romperse la cabeza este verano para formar una plantilla competitiva? Para responder a esta primera pregunta, antes habría que hacerse esta otra, ¿cuál será el objetivo de los propietarios para la próxima campaña, la permanencia o apostar por el ascenso? En este sentido, ¿pondrán en manos de la dirección deportiva un presupuesto suficiente para asegurar la continuidad en el club de los jugadores más destacados de la temporada recién finalizada? Y hasta, ¿seguirá Antonio Fernández Rivadulla como entrenador del San Roque?

Desgraciadamente, el nexo común para responder a todas estas preguntas tiene un nombre claro: dinero. Porque del dinero disponible dependerá que se puedan retener a todos esos jugadores que han sido clave este año, la gran mayoría de ellos muy revalorizados tras su gran rendimiento. Hay que recordar que solo tres componentes de la actual plantilla tienen contrato en vigor para la próxima campaña, el central Antonio López, el lateral izquierdo Fran Ávila y el centrocampista Charaf, y en el caso de los dos últimos con ciertos condicionantes que podrían provocar que no siguieran en el club aurinegro.

No cabe duda de que tanto a Fran Ávila como a Charaf no le faltarán ‘novias’ visto su rendimiento este año, lo mismo que, por ejemplo, a David Robador tras su mejor año de los tres que lleva como portero del San Roque; a Becken, jugador polivalente para cualquier posición de la defensa; Joel, Adrián Ruiz, Víctor Morillo, que ya tuvo opciones de salir en el mercado de invierno, Chuma con el aval de sus 16 goles o hasta Abeledo, que en los últimos partidos comenzó a acercarse al jugador diferencial que ya demostró ser cuando llegó al equipo lepero.

Ahora la decisión está en manos del grupo sueco propietario del club. La inercia y el buen momento con que ha llegado el equipo al final de la temporada podría ser aprovechada en la siguiente si se mantuviese a la mayoría de la plantilla, pero para eso habrá que aumentar significativamente el presupuesto para poder igualar las ofertas que con toda seguridad llegarán a los jugadores mencionados y a alguno más.

De la respuesta que den los inversores suecos a esta última cuestión podría depender también la continuidad de Antonio Fernández en el banquillo aurinegro. El técnico gallego tiene un año más de contrato con el San Roque, pero, en declaraciones realizadas esta semana en Canalcosta, señalaba que “en el mundo del fútbol hay ciclos que cumplir, y el San Roque ahora mismo ha cumplido uno”, dejando traslucir la posibilidad de no continuar en el club.

En las próximas semanas se comenzarán a conocer las respuestas a todas estas dudas, aunque la experiencia y la trayectoria del CD San Roque de Lepe en las últimas campañas auguran un verano duro para la comisión deportiva aurinegra, con Manolo Santana a la cabeza, con muchas negociaciones y muchas horas de dedicación para conformar una plantilla competitiva en la que, con bastantes probabilidades, habrán muchas caras nuevas con respecto a la que ha cerrado la temporada 21/22 de la forma tan brillante en la que lo ha hecho.