Resurrección tras el descanso para derrotar al Alerta Cantabria
Baloncesto l LEB Bronce
El CD Huelva se agarra a la épica para igualar en la tabla con el hasta ayer líder
El CD Huelva Baloncesto afrontaba este fin de semana uno de los compromisos ligueros más complicados de todo el campeonato. Complicado, porque así resulta un viaje en autocar hasta Santander; y difícil, porque el Alerta Cantabria pasa por ser el mejor equipo como local esta temporada. Los cántabros no habían cedido una sola derrota en el Palacio de los Deportes de Santander y todos los que habían pasado por allí terminaron siendo derrotados, una circunstancia en la que cimentaba su posición de liderazgo en la tabla de su grupo de la LEB Bronce.
Pero en esta ocasión, las estadísticas no resultaron fiables, o sí; porque había una que indicaba los muchos problemas que tiene en los últimos tiempos el Alerta Cantabria para vencer a los onubenses en sus enfrentamientos. Y así fue, el CD Huelva Baloncesto demostró que sí le tiene tomada la medida al Cantabria y fue capaz de derrotar a su rival a domicilio en un partido extremadamente disputado, en el que hubo mucha alternancia en el juego y en el resultado y que resultó también muy emocionante.
Los visitantes no completarían su mejor primera mitad, pues acabaron cediendo una renta de más de diez puntos, pero quizás sí en la segunda, donde remontaron la desventaja para después asestar el golpe definitivo a un rival que, incrédulo, tuvo que ceder la derrota.
De inicio, el ritmo de partido fue frenético por parte de ambos quintetos. Comenzaba a brillar la figura del local Echols, muy bien asistido por Salva Camps. Por su parte, los onubenses mostraban su ambición y no perdían la cara al partido en los primeros compases; sobre todo, merced al buen trabajo de su director de juego en esta ocasión: Rafa Rufián. Bajo tableros, el partido también resultaba muy igualado y competido. Tan sólo una polémica decisión arbitral al final del primer cuarto, una protesta del técnico visitante acabó en una técnica demasiado rigurosa, produjo que Cantabria se marchara al termino del primer acto arriba en el marcador.
En el segundo acto, el desarrollo del choque seguía por los mismos derroteros: ritmo alto y posesiones muy cortas. Sólo, mediado este cuarto y tras tres triples consecutivos de Cantabria, se rompía el marcador, 38-26 en el minuto quince de partido. En el conjunto onubense sólo la aportación bajo tableros de Chris Bart-Williams hacía que su equipo se mantuviera en la lucha por el resultado de cara a la segunda mitad del encuentro, aunque por entonces el juego del equipo visitante no hacía presagiar lo que realmente ocurriría después: 45-33 al descanso.
Tras el paso por los vestuarios y en apenas dos minutos Huelva reacciona liderada por Rufián, que, con dos triples consecutivos, recortaba diferencias. El técnico local, Quino Salvo, se veía obligado a demandar un tiempo muerto para frenar la avalancha. Tras este tiempo muerto los cántabros apretaron los dientes y la cosa se volvió a igualar. Liderado por quien hasta ahora estaba siendo el mejor del partido, Echolls, y sus 21 puntos, ponían tierra de por medio una vez más, 54-43 en el minuto 25. Pero, a partir de este momento, el choque se metió en una dinámica de rachas, era casi un duelo entre bases, donde Rufián y Camps se veían las caras casi siempre. Y es que bajo tableros la batalla la ganaba hasta el momento y de forma clara Echolls.
Huelva no se rindió. Éste fue su gran acierto. Paulatinamente, y de la mano de quien sería su mejor hombre, Kasper, consiguió empatar el choque sobre la bocina del final del tercer cuarto, 59-59.
El último acto empezó igual que acabó el tercero, con un triple de Kasper que ponía por primera vez por delante a los onubenses. Pero no se quedó ahí todo, durante los primeros cinco minutos del último cuarto ambos equipos sólo anotaron desde la línea de tres puntos, y quien se llevó la mejor parte del pastel fue el equipo adiestrado por Juan Ramón López, que logró endosar cinco triples consecutivos, dos de ellos de Matías Novoa, colocando una nueva brecha en el marcador, 65-74 en el minuto treinta y cuatro, pero esta vez para los visitantes.
A partir de ahí, el público del Palacio de los Deportes de Santander se puso manos a la obra y despertó a su equipo con sus gritos. De nuevo el Cantabria se metió en el partido recortando tras incomprensibles pérdidas de balón de los visitantes. Así, conseguían empatar el partido a falta de un minuto para la conclusión, pero, finalmente, el buen hacer de Rufián y Nelson fue suficiente para que Huelva se llevase una trabajada victoria, merced a unos quince últimos minutos en los que desplegaron un gran baloncesto sobre la cancha cántabra.
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