Puro sentimiento albiazul

Las palabras de Antonio Mazo González, recreativista de a pie, fiel soldado de infantería de esta gran familia llamada Recreativo de Huelva, fueron las protagonistas de la III Exaltación del Decanato del fútbol español que tuvo lugar en el Gran Teatro de Huelva.

El periodista Manolo Salazar fue quien presentó el acto, y Quino Maján -recreativista, ex consejero, amigo fiel del exaltador- el encargado de presentar a quien glosó esa gran historia que comenzó un día de diciembre de 1889.

Evocación muy íntima de una persona que lleva en sus genes eso que se llama Recreativo de Huelva. Pregonero del Colombino en 2002, Antonio Mazo llevaba dentro de sí esa glosa del Decanato desde hace tiempo, y que ayer hizo público en este acto emotivo que es parte indisoluble de las señas de identidad de un club que mañana cumple 122 años de "supervivencia", como glosó el exaltador.

Antonio Mazo hizo partícipe a todos de su sentir recreativista en una disertación más personal que historicista, salpicando su alocución de pequeñas/grandes anécdotas que han hecho realidad 122 años de historia.

Habló de los orígenes del club y su relación familiar con dicho hecho, de los avatares de una entidad casi siempre acosada por "su falta de dinero", de los que dejaron huella en blanco y azul, de su afición, de esa época dorada que se ha vivido hasta hace poco, del Recre de Marcelino y, también, de esefuturo inmediato que se tiene que hacer grande: los 125 años del Recre.

Aderezado con ese canto al Recre de Los Rocieros, hizo un recorrido por sus vivencias en el Recre, se situó en esa amplia pléyade de aficionados que nacieron para el fútbol en el municipal de Isla Chica -"por mi edad no soy ni de la generación del Velódromo, ni del Nuevo Colombino, pertenezco a la del estadio Municipal", dijo-, donde labró ese amor a unos colores que quedó patente hace tiempo en su pregón del Colombino, y que ayer volvió a dejar evidente, dejando constancia con naturalidad, desde "los pases de Jeromo, los cabezazos de Morón, el gol de Cuyami", hasta "el hedor insoportable de lo urinarios, las cagadas de las golondrinas en los asientos de visera y el sorteo de las papeletas del estadio". Es decir, Recreativo en lo bueno y lo otro.

Tuvo palabras, como no, para aquellos que nos dejaron, algunos vistiendo la camiseta blanca y azul, otros llevándo esos colores en su corazón. Habló de Joaquín Maján, padre, de Santiago Cotán Pinto, de Pepe Rivera y de Andrés Estrada.

No pasó por alto la que, en su pinión, han sido los mejores años del club de sus amores: "Ese Recre de Marcelino, que nos enamoró", que hizo realidad "los mejores de nuestros sueños, aunque quizás esa final de Copa llegara antes de tiempo".

Antonio Mazo, como recreativista y como onubense de las Adoratrices, "de ese barrio desde donde no hace mucho se veía el estadio a lo lejos", siente como el primero esas cosas de Huelva que nos conmueven. Por eso también dedicó parte de su discurso a instar a todos a trabajar duro para "una mayor promoción del 125 aniversario de la entidad", dentro de tres años, utilizando el paralelismo con The Club, "el primero de los primeros", ese Sheffield FC, embrión del fútbol inglés y de todo el mundo.

La sonora ovación tributada al final fue el refrendo popular de un discurso de hondo sentir recreativista y onubensista... como aquel del fútbol español Decano de Los Rocieros.